George Clooney nos ha regalado una película que sinceramente jamás pensé que pudiera surgir de él.
Su diseño estético es maravilloso y, ese tratamiento del blanco y negro hace que uno viaje en el tiempo hacia esos años dorados del cine de Hollywood. Uno se deleita con cada fotograma e intuye un olor a pasado, el cual sorprende que sea tan actual.
El guión es bueno. Es bastante bueno. Uno se hipnotiza ante es discurso que da el protagonista al principio del film, expresando sus deseos de que la televisión sea algo de calidad; y advirtiendo de su peligro si se convierte en un mero objeto que las personas utilicen para evadirse de todo.
La película expone como en Estados Unidos la gente luchaba por expresar sus libertades ante un gobierno obsesionado con el comunismo. Un gobierno que creó una caza de brujas, y del que cualquier persona podía ser inculpado.
La historia como he dicho es buena, aunque hay que reconocer que tiene algunos momentos un poco pesados, haciendo que el ritmo decaiga un poco y la continuidad en algunas ocasiones se pueda cortar.
No obstante, uno disfruta con la historia y con las impresionantes interpretaciones. Una película que seguramente marcó un antes y un después en el cine y en la televisión, ya que gracias a ella a continuación se han creado otras películas y series del mismo estilo.
En fin, película que entretiene y te hace reflexionar. Película que cuenta con grandes actores dando vida a sus protagonistas. Unos protagonistas acompañados de un humo de tabaco tan importante como cualquier noticia política. Un humo que hipnotiza pero no esconde el gran regalo que nos ha hecho George Clooney gracias a una impecable dirección.