Cogemos la peor película de la saga James Bond, la copiamos y editamos con intérpretes asiáticos, luego llega un joven innovador y le cambia el montaje y los diálogos para convertirlo en una comedia, hasta aquí puede pasar por algo vanguardista. Pero llega a España y la doblan al castellano, con chistes y chascarrillos de la tierra y de la época, al principio te hace gracia, es como un doblaje de Florentino Fernandez y Miki Nadal, pero llega un momento que te parece una tomadura de pelo, que te aburres, que empiezas a bostezar y que te entra hasta sueño.

Todo está pasado de moda, las películas sesenteras de James Bond, el erotismo de las protagonistas, los chistes doblados, las gracietas. Y al final en los títulos de crédito el chiste final, con una señora de buen ver que nos deja a medias.

¿Esto qué es, una tomadura de pelo?