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Argentina Argentina · Buenos aires
Voto de Candela :
8
Drama Koistinen, un guardia de seguridad nocturno, recorre las calles buscando un lugar al sol, pero la indiferencia general destroza, una tras otra, sus modestas esperanzas. Un grupo de mafiosos, que se aprovecha de su sed de amor y de su profesión con la ayuda de una mujer fría y calculadora, organiza un robo del que se acusa sólo a Koistinen. Así, pierde su trabajo, su libertad y sus sueños. Tercera parte de la trilogía que empezó con ... [+]
28 de febrero de 2019
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La soledad a secas. Luces que al atardecer parecen rebotar sobre la tristeza disimulada y cautelosa de una ciudad como Helsinki, esta vez disfraza de tango. La esperanza también está, modesta, pero está. Sigue ahí, en Koistinen, un hombre común, un guarda de seguridad que trabaja de noche en un centro comercial. El mismo que pide un crédito que el banco rechaza, el que vive silencioso, el que visita diariamente a la vendedora de un puesto callejero con la cual casi no cruza palabra, el que un buen día se encuentra con una mujer en un bar y decide conocerla y el que finalmente da cuenta de que nada es tan sencillo como parece. Ese es Koistinen, el que sigue resistiéndose a que el mundo permanezca tan extraño y distante. No hay conmoción ni estremecimiento aparente.
Todo sucede en el mismo tono, como una cuerda tensa que a pesar de los golpes y saltos que sufre sigue intacta, inmóvil: la traición, el castigo por un crimen no cometido, la adversidad y el desamparo de la calle. Pero son aquellas pequeñas vibraciones las que Kaurismäki sabe transmitir, las que emocionan, las que provocan afecto y curiosidad. Una historia simple, macilenta y certera sobre la desdicha y la ilusión. Sin ningún tipo de presunciones pedagógicas y agitaciones narrativas. La desaprensión de los personajes existe, hasta que nos asomamos a lo que dicen cuando no dicen, a los azules y los rojos que en la opacidad permanente retratan la esperanza de una manera particular, a la soledad penetrante que quiere dejar de serlo. La banda sonora que escolta a la película es exclusivamente tanguera, en manos de Carlos Gardel y el finlandés Olavi Virta. Una película de outsiders, de aquellos que quedan al margen de esas sociedades que parecen tan adelantadas y progresivas. Detrás de la típica postal finlandesa están las sombras de una urbanidad tormentosa y violenta. Tal vez por eso la invasión de fotogramas repletos de humo, ostracismo y silencio. Aki Kaurismäki no solo la dirigió, también se dedicó al guión, la producción y el montaje de este film.
La película fue ovacionada por la crítica y seleccionada por los miembros de la Academia de Cine de Finlandia para representar al país en los premios Oscar del 2007 pero fue rápidamente retirada por su autor en señal de protesta contra el gobierno de George Bush.
Kaurismäki es considerado como uno de los más prolíficos directores del cine finlandés y conocido por sus películas ambientadas entre las clases sociales más golpeadas, en particular las del norte de Europa, repleta de situaciones y personajes singulares. Luces al atardecer es la última entrega de la Trilogía de los perdedores después de Nubes pasajeras y Un hombre sin pasado.
Candela
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