Película entretenida, tipo familiar para niños de primaria, los más chicos quizá tengan algún sustillo con los monstruos que salen, aunque potencia más el suspense y algunos puntos de comedia que la hacen muy accesible y con cierto encanto.

El argumento es bastante peregrino, pues se trata de un escritor, Jack Black, que escribe libros sobre criaturas por el acoso que sufría de pequeño. Estas criaturas escapan de los libros y se desata una tormenta. Quizá esto sea lo menos importante, pues lo que gusta son las apariciones de las criaturas, como una gigantesca Mantis Religiosa, el abominable hombre de las Nieves, las plantas mutantes o el famoso muñeco Slappy, un cachondo, de lo mejor.

Los efectos especiales de estos "monstruos" no están mal, no es que sea algo extraordinario, pero se deja ver bastante bien. El presupuesto de unos 58 millones de dólares, parece haber sido bien aprovechado. Y la taquilla por lo visto, respondió bastante bien. La prueba es su segunda parte. Al parecer, no refleja exactamente los libros en que se basa, no es una adaptación demasiado fiel, pero a cambio, intenta un dinamismo que en la segunda parte del film, sí consigue.

Quizá la peli peca de ser algo larga, pues los primeros minutos son muy lentos, la presentación de personajes es excesiva, unos 25 minutos en que no pasa prácticamente nada, más allá de introducir a Zach, el chico tímido nuevo en el vecindario, Hannah, y su protector padre, un acertadísimo Jack Black, bastante más aprovechado que la eficaz Jillian Bell (a la que vi hace poco en "Brittany corre una maratón", muy recomendable).

La pusimos en Halloween y la verdad es que es apropiada para esta fecha, sin ser nada extraordinario, se ve bastante bien.

Lo mejor: la galería de monstruos, criaturas y sucedáneos de Gremlins
Lo peor: que siendo, entretenida, tenía potencial para haberle sacado algo más de partido.