Christopher Landon vuelve a entregarnos, un thriller divertido que funciona como un buen pasatiempo entre el humor y la tensión que bien sabe manejar un director que le queda bien este tipo de películas que con poco ofrecen un muy entretenido panorama.

Un suspense al servicio de su estrella protagonista.

Meghann Fahy salta de los secundarios a un protagónico con aire de estrella en ascenso. La bella actriz se carga en sus hombros este entretenido thriller con su carisma y su versatilidad para transmitirnos la tensión y la angustia de su personaje y lidera un reparto que lo es todo para que la película funcione como un buen pasatiempo. Fahy logra desenvolver la angustia y la tensión en su interpretación de forma categórica, demostrando que talento tiene y que es solo cuestión de tiempo que la veamos brillar aún más. Se complementa con un correcto Brandon Sklenar, quien sigue la perfecta corriente de miradas, diálogos y tensión de su protagonista.

Su director logra nuevamente armar un show entretenido en pantalla, justo en cada detalle, una tensión agradable, pero no aburrida, sin pérdidas de tiempo, una combinación perfecta de protagonista, guion y estilo. Que abordan un recorrido con momentos gratificantes y otros un tanto más calmados, pero que en ningún momento interrumpen el buen resultado de una película satisfactoria en todas sus líneas. Claramente, dentro de los contextos que aborda la película y lo que también aspira a lograr, que no es más que ser un divertido pasatiempo que perfectamente se puede convertir en la primera cita de varios.

No abusa de los excesos y tiene claro sus limitantes y con eso sabido su director se embarca en una película que cumple bastante bien con la cita que promete. Un guion correcto que maneja a la perfección la tensión, que se da el tiempo también de ser un poco reflexiva en cuanto a la violencia y el abuso, pero que a su vez también se permite buscar la gracia y el humor en toques cotidianos que la hacen una película que no busca ser demasiado seria, pero tampoco demasiado simplona. Es un recorrido acorde a lo que promete su director y con ello deja un grato pasatiempo que se disfruta de principio a fin con una potente protagonista y un ambiente que calza perfecta para acentuar la tensión.

Una película, entretenida, bien lograda y disfrutable.