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Voto de NuBus:
5
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5.4
3,807
Thriller
Quim va conduciendo en busca de su ex novia, cuando se pierde y queda atrapado en una especie de laberinto de caminos. No tiene cobertura en el móvil y decide salir para encontrar ayuda, pero de repente, una enigmática figura le dispara con un rifle. En su intento de huir de aquel desconocido peligro se encuentra con otra figura, en este caso es una chica llamada Bea, que también está perdida. Ellos aún no lo saben, pero deberán ... [+]
22 de septiembre de 2008
14 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Leídas algunas críticas acerca de esta película, he de dar la razón cuando se la compara, sobre todo, con Deliverance entre otras piezas del género "paletos desquiciados" (Las colinas tienen ojos, Wrong Turn e incluso Acorralado).
Básicamente el conjunto es una película para mirar, más que para ver.
La belleza de los parajes sorianos y burgaleses, donde ha sido rodada la mayor parte de la cinta absorbe hasta el punto de hacer más llevadera una película nada sólida donde el entorno de por sí ofrece la sensación de agobio, peso que debería llevar un guión que se sustenta demasiado en una situación puntual descuidando el desarrollo, que resulta previsible, atropellado y en un par de ocasiones incongruente.
El ritmo narrativo adolece de parones no demasiado justificados con la intención de que conozcamos un poco a dos personajes sin "feeling", en especial el personaje de María Valverde, muy perjudicado por una interpretación bastante falsa, sin carácter, con unos modos barriobajeros tan forzados que no se los cree ni ella misma.
En cambio, Sbaraglia nos ofrece un recital de expresiones bastante conseguidas (aunque a veces se olvide de que tiene que cojear) que lamentablemente le obligan a llevar todo el peso interpretativo en una cinta con muy pocos personajes que además no son capaces de apoyarle, lo que nos impide empatizar con un Sbaraglia que se ve metido en un tour de force baldío.
La continuidad es otro de los lastres de esta película.
Llega un momento en que se pierde la noción del tiempo (dentro del desarrollo) y eso es muy importante cuando la acción tiene que fluir únicamente en entornos naturales y más aún cuando muchas escenas de la película son en tiempo real.
En realidad sólo hay una elipsis claramente diferenciada, más que una elipsis un interludio muy desaprovechado que podría haber servido como punto de inflexión en la relación entre los personajes principales y que es desaprovechado en una conversación banal que no aporta nada a la historia.
Con todo, tiene algunas situaciones tensas, planos interesantes (algunos ciertamente espectaculares) y alguna sorpresilla que al fin y al cabo no es tanto como para disipar la sensación de que hemos visto una película puramente visual cuyo propósito es evitar dar demasiadas cabezadas, o eso espero porque si lo que pretende es transmitir algún mensaje (y es cierto que hay segunda lectura demasiado obvia como para obligar al cerebro a funcionar) falla estrepitosamente por lo manido del discurso.
Aún con todo lo dicho, la película resulta entretenida y visualmente atractiva. No hay que pedirle mucho más.
Y ahora los spoilers:
Básicamente el conjunto es una película para mirar, más que para ver.
La belleza de los parajes sorianos y burgaleses, donde ha sido rodada la mayor parte de la cinta absorbe hasta el punto de hacer más llevadera una película nada sólida donde el entorno de por sí ofrece la sensación de agobio, peso que debería llevar un guión que se sustenta demasiado en una situación puntual descuidando el desarrollo, que resulta previsible, atropellado y en un par de ocasiones incongruente.
El ritmo narrativo adolece de parones no demasiado justificados con la intención de que conozcamos un poco a dos personajes sin "feeling", en especial el personaje de María Valverde, muy perjudicado por una interpretación bastante falsa, sin carácter, con unos modos barriobajeros tan forzados que no se los cree ni ella misma.
En cambio, Sbaraglia nos ofrece un recital de expresiones bastante conseguidas (aunque a veces se olvide de que tiene que cojear) que lamentablemente le obligan a llevar todo el peso interpretativo en una cinta con muy pocos personajes que además no son capaces de apoyarle, lo que nos impide empatizar con un Sbaraglia que se ve metido en un tour de force baldío.
La continuidad es otro de los lastres de esta película.
Llega un momento en que se pierde la noción del tiempo (dentro del desarrollo) y eso es muy importante cuando la acción tiene que fluir únicamente en entornos naturales y más aún cuando muchas escenas de la película son en tiempo real.
En realidad sólo hay una elipsis claramente diferenciada, más que una elipsis un interludio muy desaprovechado que podría haber servido como punto de inflexión en la relación entre los personajes principales y que es desaprovechado en una conversación banal que no aporta nada a la historia.
Con todo, tiene algunas situaciones tensas, planos interesantes (algunos ciertamente espectaculares) y alguna sorpresilla que al fin y al cabo no es tanto como para disipar la sensación de que hemos visto una película puramente visual cuyo propósito es evitar dar demasiadas cabezadas, o eso espero porque si lo que pretende es transmitir algún mensaje (y es cierto que hay segunda lectura demasiado obvia como para obligar al cerebro a funcionar) falla estrepitosamente por lo manido del discurso.
Aún con todo lo dicho, la película resulta entretenida y visualmente atractiva. No hay que pedirle mucho más.
Y ahora los spoilers:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
El guión contiene unos tics muy típicos tanto en el cine español como en el género:
La escena de "sexo" en la gasolinera es tan chapucera ("no dirás nada, no?" "de qué?" "de la chocolatina" "de la chocolatina?" "la chocolatina"... y hala, a follar!) y previsible que lo primero que piensas cuando la moza le da la lengua al protagonista es "vigila la cartera, tio!" pero al menos propicia un diálogo posterior que, aunque de manera algo tontorrona, pone un pelín sobre el tapete la relación entre los personajes.
Los guardias civiles actúan exactamente como uno espera que actúen dos policías en una película de este tipo: Aparecen, no se creen nada, se hacen un poco los machotes y mueren sin haber servido más que para rellenar agujeros.
Un par de tibias sorpresas que de estar más espaciadas en la trama hubiesen dado algo
más de riqueza a un clímax demasiado lineal:
Los asesinos son dos críos... Anda la osa! y oye! juegan al rol!
Pasada la sorpresa inicial y al familiarizarse con la nueva situación es cuando uno debe evitar que su cerebro se active porque de lo contrario puede caer en la indignación de descubrir un discurso paternalista contra los juegos de rol, los videojuegos (ver los plano tipo Doom justo al entrar en la escena del desenlace) y la violencia grabada en móvil, consideraciones bastante fuera de lugar en una cinta que hubiese funcionado mejor sin tantas explicaciones, mostrando lo irracional del cazador y la presa en situaciones extremas que es al fin y al cabo lo que estábamos viendo en la primera hora de película.
Bea (María Valverde) es asesinada sin piedad, de repente, sin adornos.
Vale, es una manera cruda de acabar con un personaje, pero vista la calidad del mismo y la interpretación que le dio vida, te da exactamente igual, incluso después de un diálogo superficial acerca de la "ex" de Sbaraglia que sugería un "amor surgido de situación extrema" aunque bien mirado este es quizá el más tópico de los tópicos.
La escena de "sexo" en la gasolinera es tan chapucera ("no dirás nada, no?" "de qué?" "de la chocolatina" "de la chocolatina?" "la chocolatina"... y hala, a follar!) y previsible que lo primero que piensas cuando la moza le da la lengua al protagonista es "vigila la cartera, tio!" pero al menos propicia un diálogo posterior que, aunque de manera algo tontorrona, pone un pelín sobre el tapete la relación entre los personajes.
Los guardias civiles actúan exactamente como uno espera que actúen dos policías en una película de este tipo: Aparecen, no se creen nada, se hacen un poco los machotes y mueren sin haber servido más que para rellenar agujeros.
Un par de tibias sorpresas que de estar más espaciadas en la trama hubiesen dado algo
más de riqueza a un clímax demasiado lineal:
Los asesinos son dos críos... Anda la osa! y oye! juegan al rol!
Pasada la sorpresa inicial y al familiarizarse con la nueva situación es cuando uno debe evitar que su cerebro se active porque de lo contrario puede caer en la indignación de descubrir un discurso paternalista contra los juegos de rol, los videojuegos (ver los plano tipo Doom justo al entrar en la escena del desenlace) y la violencia grabada en móvil, consideraciones bastante fuera de lugar en una cinta que hubiese funcionado mejor sin tantas explicaciones, mostrando lo irracional del cazador y la presa en situaciones extremas que es al fin y al cabo lo que estábamos viendo en la primera hora de película.
Bea (María Valverde) es asesinada sin piedad, de repente, sin adornos.
Vale, es una manera cruda de acabar con un personaje, pero vista la calidad del mismo y la interpretación que le dio vida, te da exactamente igual, incluso después de un diálogo superficial acerca de la "ex" de Sbaraglia que sugería un "amor surgido de situación extrema" aunque bien mirado este es quizá el más tópico de los tópicos.