Hay dos películas más con este mismo nombre. En esta, el argumento no aporta nada nuevo. Es lo de siempre. Guerras entre bandas mafiosas rivales, policías corruptos, policías honrados pero brutales, "tuti frutti" de tiros y persecuciones. El desarrollo es inconexo y mal hilvanado, con sorpresas tramposas. La acción trepidante es lo único que justifica la película, sin conseguir evitar el aburrimiento. Jason Statham está en su habitual papel de hombre duro, pero parece una mala copia de Bruce Willis, sin el carisma de este último, dando la impresión de ser incapaz de hacer otro papel diferente del que está encasillado. Película totalmente prescindible, sin llegar a ser insultante.