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España España · Barcelona
Voto de KLevin:
1
Comedia. Romance Vicky (Rebecca Hall) y Cristina (Scarlett Johansson) son dos jóvenes norteamericanas que van a Barcelona a pasar unas vacaciones de verano. Vicky es sensible, racional y tiene intención de casarse; Cristina es apasionada y busca aventuras emocionantes; en realidad, no sabe muy bien lo que quiere, pero sabe perfectamente lo que no quiere. En Barcelona, ambas se ven envueltas en una relación poco convencional con Juan Antonio (Javier ... [+]
8 de enero de 2012
5 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película no es mala. Es, sencillamente, una puta mierda. Le doy una estrella de 10, porque no me dan la opción de dar 0. A la hora o menos de proyección dije basta, apagué la tele poco después de la aparición en escena de Penélope y el inicio de ese inverosímil menage a trois. Lo peor es que la yonki de Penélope -que por cierto, está mejor que el resto de los actores, pero que no puede salvar un guión infame: nadie podría hacerlo.

Todos los protagonistas tienen buenos oficios, vocacionales, se ganan bien la vida, tienen una alta sensibilidad para la literatura, la pintuta, la música, la escultura. El artista Bardem de vez en cuando muestra su cara de atormentado impostado, para ofrecer su cara artística al personaje megaimbécil que interpreta la Johansson y así facilitar -por si no resultara de por sí fácil para una turista monísima, cándida, tontorrona, una infelizorra en definitiva(adjetivo que mi abuelo hace muchos años acuñó con gran acierto)- el acceso a su entrepierna.

A Rebecca Hall le gusta Gaudí y la cultura catalana. ¿Estaba eso en el contrato con las autoridades locales?

A ninguno de los personajes le gusta el fútbol, ni el billar americano, ni leer el marca, ni jugar al futbolín. Tampoco echan gaseosa al vino, que tiene que servirse con la copa poco llena (como debe ser, claro) y debe tratarse además de un selecto gran reserva. La luz del día les molesta a los personajes, a menos que estén en una terracita en un lugar idílico degustando la mejor de las tapas y vinos, o del efecto favorable de los rayos de sol sobre el escote y los morros de la Johansson. El flamenco tiene que ser de calidad, claro. En vez de Barcelona, parece que estén hablando de la aristocracia de la Toscana.

Al parecer en Barcelona no hay chusma, las putas son sofisticadas, ejercen por gusto. Todos los personajes tienen alto poder adquisitivo y una sensibilidad artística sin parangón. Nadie ve telebasura, ni hay cutres conversaciones de política y fútbol.

A mí me gustan las películas de Woody ambientadas en círculos intelectuales de New York, porque en esos casos sus personajes son elegantes sin necesidad de estar haciendo gala cada segundo de metraje de sus gustos culinarios y artísticos. Y además, los encantadores pijos newyorkinos no ocultan que el placer supremo no es la escultura ni la pintura, sino adentrarse bajo las faldas de una tía maciza.

Todo lo contrario que Bardem. Grandísimo actor, pero ante un guión tam empalagoso no hay quien lo salve. Para él el sexo es algo fácil, carente de valor, que alimenta su ego narcisista, su autocontemplación como artista total, para lo cual es necesario cepillarse a toda mujer que se le ponga por delante.

Una joya de película, vamos.
KLevin
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