No está del todo mal esta nueva película de Netflix donde pretenden abrumarnos con un guion "molón", unos buenos actores, una estética de videoclip de negros raperos conduciendo un Cadillac (perdón, afroamericanos) y acción a raudales. Y digo que no está del todo mal porque lo que podía haber acabado siendo un desastre, milagrosamente funciona a modo de comic hipermusculado donde lo único que importa es repetir hostias a mano abierta y esperar a ver en que "criatura" se convertirá el siguiente de la lista que se trague la dichosa droga protagonista del relato. Porque desengañémonos, hay una historia detrás, pero aquí lo único que importa es ver las transformaciones de los personajes y ver como destruyen todo a su paso. Y lo vuelto a repetir (lo siento): lo que podía haber sido un desastre sin sentido, tiene cierta coherencia y funciona.

Netflix a aprendido bastante de sus anteriores desastres en forma de película y ahora sabe como ocultar sus carencias, exagerando todo lo que de exagerable hay en una película. Jamie Foxx está más desatado que nunca (y eso es lo que queremos ver), las escenas de acción son más exageradas que en ninguna otra película producida por Netflix (y eso es lo que queremos ver) y el guion bascula entre el humor, la acción y la ciencia ficción (y esa combinación nos encanta). Mételo todo en una coctelera, agítalo bien, dale un buen presupuesto (traducido en actores de renombre y buenos efectos) y tendrás una de esas películas que no hacen que los suscriptores cancelen su cuenta de Netflix para ir corriendo a abrirse una en HBO.

Queda claro con "Proyecto Power" que Netflix pretende mantener ese público entre adolescente y maduro que tanto dinero deja en sus arcas, porque "Proyecto Power" es una coctelera de razas, estilos y musicas que pretende atraer al máximo público posible. Y lo consigue, en gran parte porque no es una mala película, en gran parte porque la propuesta es divertida pero, sobre todo, lo consigue porque se han quitado los prejuicios y han hecho una película y no uno de esos grises capítulos estirados de una serie o un VOD (directo a VIdeo) que es lo que suele hacer Netflix. Esto es una película gamberra, divertida y muy entretenida. Quizás no sea la mejor película de la historia, no lo es ni de largo, pero es el producto "exclusivo" que te hace decir "voy a seguir pagando un mes más Netflix, a ver si se repite".

Obviando esa evidente tirria por el planteamiento de lo visual que tengo por Netflix y centrándonos en "Proyecto Power" como lo que es, cine, he de decir que la película tiene ritmo, arranca bien y la acción es constante, está bien interpretada, muy bien dirigida en las escenas de acción y, aunque previsible, nunca decepciona.

Por cierto, ¿soy el único al que le parece que Joseph Gordon-Levitt pierde fuelle a cada película que estrena? Vale, soy el único.