Lo que mejor define “Criminal” sería el etiquetarla instantáneamente como una serie B de las películas de la saga Bourne. ¿Sería eso lo correcto? Bueno, tampoco es una serie B si miramos los actores que la protagonizan (Kevin Coster, Tommy Lee-Jones, Gary Oldman, Ryan Reynolds, etc), más bien “Criminal” seria la versión idiota, barata y gamberra de Bourne, algo así como un divertimento que hace aguas por todos lados pero que no por eso deja de ser un divertimento. La historia es un auténtico despropósito, algunos actores están sobreactuados (Gary Oldman) o sorprendentemente apáticos y desaprovechados (Tommy Lee Jones) y el único que aguanta el tipo es un esforzado Kevin Coster que no posee los registros necesarios para hacer verosímil a un personaje tan complejo. Y a pesar de los errores de casting, de que la película tiene un evidente problema de ritmo (hay momentos aburridos donde nada sucede), de que el guion es delirante y de que todo el conjunto carece de personalidad (parece confeccionada de cachitos de otras películas)... “Criminal” sigue siendo una película entretenida, aunque tan solo sea para echarse unas risas. Supongo que un emocionado productor leyó el guion, después imagino a unos actores, escogió un director... e imaginó que podría aprovecharse de la estela de Bourne (sobre todo desde que se anunció que volvía una nueva entrega), para hacer un producto similar y ganar algo de dinero. Pero resulta que no, por momentos “Criminal” es tan tonta que parece una parodia de las películas de los 80s, huele a tópicos por todos lados y es tan intelectualmente estimulante como una abuelita tejiendo en una mecedora. Y a pesar de todo eso, nos entretiene durante hora y media. Pero esto tiene truco; solo os entretendrá si sois fans de alguno de los actores o del cine de acción de serie B.

El resto... salid corriendo.