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Costa Rica Costa Rica · Guápiles
Voto de 10P24H:
8
Drama Polonia, 1960. Anna (Agata Trzebuchowska), una novicia huérfana que está a punto de hacerse monja, descubre que tiene un pariente vivo: una hermana de su madre que no quiso hacerse cargo de ella de niña. La madre superiora obliga a Anna a visitarla antes de tomar los hábitos. La tía, una juez desencantada y alcohólica, cuenta a su sobrina que su verdadero nombre es Ida Lebenstein, que es judía y que el trágico destino de su familia se ... [+]
1 de enero de 2015
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
A pocos días de tomar sus votos para convertirse en monja, Anna (Agata Trzebuchowska) es impulsada por la madre superiora para que conozca a su única familiar viva, ella es Wanda (Agata Kulesza), mujer de izquierda, fiel a sus ideales, soltera y con una vida un tanto desordenada. Dicho encuentro generará una revelación familiar, lo que las hará emprender un viaje al pasado, una para conocerlo, la otra para intentar sanar heridas.

Ida a sido una completa revelación en el contexto cinematográfico del recién concluido año 2014, una historia íntima de las dos protagonistas, que se entreteje de forma calma a lo largo de los 80 minutos de metraje, pero que aborda también cuestiones chocantes -que imagino son para la sociedad polaca-, como es el caso de la invasión alemana germen de la Segunda Guerra mundial y por ende la represión de la población judía.

En la idea general de la película se puede visualizar a Anna y a Wanda como mujeres oprimidas, por cosas totalmente distintas pero que las une por el lazo familiar que llevan, Wanda llevó una juventud activa defendiendo a su país y perdiendo mucho, cuestión que no se ha perdonado; mientras su sobrina ha vivido toda su vida en un convento, no ha podido ver más allá, tanto así que ni siquiera conoce su pasado.

Durante el viaje de estas dos mujeres se va denotando la dualidad entre lo mundano de una y la religiosidad de la otra, la santidad frente al pecado, pero para Anna es también el descubrimiento de un mundo que le es totalmente ajeno y por ende desconocido, siente, ve, e incluso prueba dicho mundo, todo mientras descubre su pasado, como ya lo mencioné.

Ida es un film que da gusto ver, en el apartado visual es sumamente atractivo, desde un inicio se denota esto, desde los espacios en que se desarrolla hasta las tomas, la mayoría de ellas estáticas mientras discurren las acciones, una fotografía en blanco y negro a cargo de Lukasz Zal y Ryszard Lenczewski sutil e hipnótica. Aparte que se sirve de actuaciones correctas y una construcción de caracteres genial.
10P24H
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