Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Pedroanclamar:
6
Drama. Comedia Simon y Wai-Tung son dos gays que viven juntos en Manhattan. Para disipar las sospechas de los padres de Wai-Tung, Simon sugiere que organice una boda de conveniencia con Wei-Wei, una joven inmigrante que necesita la carta verde de inmigración para poder permanecer en los Estados Unidos. Pero cuando los padres de Wai-Tung llegan a Nueva York insisten en organizar el banquete, lo que traerá muchas complicaciones. (FILMAFFINITY)
8 de noviembre de 2019
Sé el primero en valorar esta crítica
Como por lo general comentan las críticas de este espacio y, concordando con ellas en este aspecto, creo que la película se queda "a medio camino entre el drama y la comedia". No es que necesariamente una película deba definirse por un estilo u otro pero si no lo va a hacer debe saber manejar esa decisión. A pesar de lo anterior, creo que la película claramente dirime por dramático, tanto por la problemática que plantea como por su clímax, sus últimos treinta minutos. Que una película tenga una que otra escena cómica no es indicador implacable de que el filme es una comedia.

Por otro lado, como bien señala una de las críticas que anteceden a esta, una de las frases definitivas de la película que permite ver el ingrediente axial y el discurso de la misma es la que versa sobre los cinco mil años de represión sexual del pueblo chino. Esta frase dictamina el conjunto de opuestos que se irán desplegando: EE.UU./China, Occidente/Oriente, Modernidad/Tradición, Juventud/vejez, etc.

Se aprecia Norteamérica como un espacio de discurrir rápido, de tránsito constante, en el cual el protagonista solo se ve sociable con su familia y su novio. Cuando está solo, se le aprecia en el gimnasio con audífonos puestos o caminando raudamente por la calle. Los espacios privados son los únicos momentos de sociabilidad del protagonista, representación de la frustración interna ante una sociedad, al menos la de aquella época, la de la producción de esta película, que aún no asimila del todo bien el tema de la homosexualidad y las identidades de género no binarias. Esas metáforas en el uso de los espacios y de las relaciones personales del protagonistas son un buen ejercicio y cinematográfico por parte de Ang Lee para graficar el desconsuelo interior del protagonista debido a su orientación sexual.

La película en parte opera, por su discursividad, como un palo a ese mundo tradicional que no es capaz de entender la legitimación constante del cambio que es la modernidad y este fenómeno en particular, el de la homosexualidad. El clímax deja ver esa tribulación del mundo tradicional yéndose de la cuna de la modernidad. Nunca, en toda la película, se representa una escena tan dramática como acá, hasta el punto que se ralentiza la acción aportando dramatismo y vigor.

Una fisura en el alcance discursivo de la película, que le resta sustento al mismo, es la carencia de una real fuerza moderna que se anteponga, en la dualidad, a la fuerza tradicional. Esto ocurre porque el pináculo de la modernidad es el entrecruzamiento y mixtura, lo mestizo, que aquí se hubiera expresado con mayor fuerza si es que la madre del hijo futuro hijo del protagonista hubiera sido norteamericana; sin embargo es al revés, se reproducen pero dentro de su misma raza. Entonces queda esa debilidad dialéctica y dialógica entre lo tradicional y lo moderno; lo primero muy bien representado, por los padres por supuesto, pero no del todo bien lo segundo. Las actuaciones no caben dentro de esta última crítica, pues todas, por lo general, cumplen bastante bien.

No siendo una mala película, creo que se podría haber desarrollado mejor, con más intensidad y con más hincapié, si es eso lo que quería proponer, en las dinámicas de la modernidad.
Pedroanclamar
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow