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Voto de Pedroanclamar:
6
Drama Harry vive en San Francisco y como representante comercial debe viajar mucho. Está casado con Eve y ambos están intentando adoptar un bebé. Mr. Jordan, director de la agencia de adopción, comienza a hacer una serie de averiguaciones y sospecha de Harry, el cual guarda un secreto. Pronto descubre que éste tiene en Los Angeles una segunda esposa y un bebé. (FILMAFFINITY)
5 de febrero de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una película curiosa en varios sentidos la de Ida Lupino. Es una historia sencillísima, con una narrativa muy clara, siendo el racconto una de las pocas estrategias diegéticas que se escapan de la linealidad en la narración. Si bien el tópico trazado responde a la fragilidad de una moralidad de una época y una sociedad, el modo de plantearlo es simple, tanto en el estilo narrativo como en la problemática de contenido, tan simple que se resuelve mediante la institución de la ley.

Más allá del contenido, que quizás no merece tanta atención, el juicio debiese recaer en las actuaciones y en otras cuestiones relativas a la forma, como en el modo en que se aborda y construyen y desarrollan los personajes a través de la obra. Por lo general se espera univocidad en cuanto al carácter de los personajes, por ejemplo, que expresen pasión y sentimientos desmesurados o expresiones afanosamente marcadas. Sin embargo, creo, los personajes cumplen su cometido en la interpretación, pues representan caracteres solitarios y decadentes por un lado y reprimidos y contenidos, por otro. Esto se manifiesta a lo largo de toda la película, donde se omiten los gritos en situaciones que en otras ficciones sí habrían aparecido (Eve despidiendo desde el balcón ahogando un grito; Phyllis echando de casa a Harris son momentos que demandan gritos). Esto demuestra, en gran medida, la intención de mostrar la contención de los personajes, su represión, su condición de solos, carentes de vitalidad, como si fueran trastos tirados en la ciudad, buscando algo que los necesite y que los acompañe. Los besos entre los protagonistas también toman esa via: sin pasión, sin entrega, sin dramatismo; besos opacos que responden a esa elección, a ese padecimiento de vida, tanto de Harris, como de Phyllis y Eve.

Otro punto a destacar es el giro en el juego de roles de género, puesto que los personajes protagónicos, hombre y dos mujeres, no responden del todo bien al estereotipo, lo que no necesariamente los convierte en inverosímiles, sino heteróclitos, desemejantes. Siendo así, Eve no es la típica mujer inmadura que se aburre de la relación siendo ella la que comete la infidelidad ante el hastío del matrimonio, es más, es ella la que sostiene con más fuerza ese hastío, esa carencia de adrenalina en la relación. El protagonista no es el típico hombre seguro de sus decisiones que elige racionalmente un camino y su voluntad obedece, no; es indeciso, emocionalmente precario, inexpresivo, derrotado; no es el típico ciudadano "gringo" victorioso y optimista luego de recién ganada la segunda guerra mundial.

A grandes rasgos y en resumen, se agradece este giro de representación de estereotipos y la textura sombría y en decadencia de los co-protagonistas, mas la historia no tiene muchas vueltas, es muy sencilla y carece de una fuerza que dote al drama de consistencia.
Pedroanclamar
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