El grandísimo Takashi Miike se atreve en esta ocasión a adaptar un manga, que es una magnífica locura, al live-action.

Una historia que desde el primer momento nos mete ya en el follón, con una especie de juegos infantiles mortales (está clarísimo de dónde surgió la idea para la famosísima ¨Los Juegos del Calamar¨, ¿no?) en donde todos los jóvenes del mundo se ven involucrados en contra de su voluntad.

La película engancha muchísimo, y es que es tremendamente intrigante. Lástima de efectos visuales, que, aunque son aceptables, podría haber estado mucho mejor, pero en general, la película se disfruta y mucho.

Muchas, muchísimas muertes y sangre, momentos muy tensos, una trama que te mantiene en vilo por su originalidad y la necesidad de saber el por qué de todo esto...

Y claramente, la peli pide secuela... pero en 2023 que escribo esto, 9 años después de su estreno, que yo sepa, aún no se sabe nada de ella, una lástima porque me ha dejado con ganas de más.