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España España · Aranda
Voto de Larrory:
7
Intriga. Cine negro Nochebuena. El patrón de una familia recibe una nota con una amenaza de muerte. Tanto familiares como trabajadores de la finca donde conviven, tienen que aguantar las iras del patrón. La sorpresa es al día siguiente, cuando desaparece. No hay huellas de él; y sucesivamente empiezan a desaparecer tanto miembros de la familia como trabajadores sin dejar rastro. Y el miedo y la desesperación invade la antigua casa por momentos... (FILMAFFINITY) [+]
13 de marzo de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La cinta fue rodada en 1964 pero estrenada sólo tres años más tarde. Le sirven de sugerente marco para sus exteriores las comarcas cántabras de Comillas, San Vicente de la Barquera y Santillana del Mar. Buenos decorados interiores, donde llama especialmente la atención la cocina rústica y sus enseres de otro tiempo, morillos, llarizos, trébedes y calentador de cobre entre otros más.

Nuestra peli es buen ejemplo de que con pocos medios pero con buena maña se pueden conseguir resultados apreciables en el género policiaco.
Balcázar será más tarde autor del desaforado guión de Superargo contro Diabolikus, pero el que maneja aquí se distingue por su elegante ingeniosidad. La trama es clásica, una variante del caso de sucesivas desapariciones que acaecen en un entorno que involucra a un pequeño núcleo de personajes, pero tan habilmente desarrollada, que mantiene vivo el misterio hasta un desenlace que logra sorprender y convencer, ganándose un merecido aplauso... bueno por lo menos el mío, pues ha conseguido despistarme llevándome por derroteros paralelos a ciertos otros ya transitados por Agatha Christie.

En una atmósfera cautivadora por su inquietante quietud, se mueven personajes certeramente acuñados con el respaldo de diálogos que jamás desentonan. Cabe destacar la soberbia escenificación de la sofocante sujeción que el padre ejerce sobre la familia, cuando durante la cena inaugural machaca a sus hijos en un alarde de gozoso sadismo. Atisbos de fina psicología no faltan, por ejemplo con el súbito envalentonamiento del primogénito tras la desaparición del padre.

La música de estilo suavemente serial se aviene con la tonalidad del conjunto, aunque en alguna secuencia se torne demasiado alborotada.
Buen elenco de actores, bien dirigidos, con un sobresaliente Carlos Lemos. Encantadora en su papel de doncellita mansa Sara Lezana, que el mismo año protagonizaría un sensual bailoteo en El extraño viaje. Lástima que Óscar Monzón no haya conseguido hacer carrera, tenía buena pinta para galán.
Larrory
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