En "El club de la lucha", encontramos una obra con sombrías pretensiones. Muestra momentos magistrales, con un contenido hiperviolento, con caracterizaciones nazis, pero una conclusión un tanto confusa que no me termina de convencer.
"Trabajamos en algo que no queremos, para comprar mierda que no necesitamos", durante ese discurso de medio minuto de Tyler (Brad Pitt), asistimos al momento más brillante de la película.
En definitiva, es un film que trata la esquizofrenia, la violencia como antídoto a la inseguridad del hombre, el engaño de la vida, del sistema, y destaca especialmente por unas muy buenas interpretaciones, destacando Brad Pitt sobre el resto.
Lo peor es el confuso desenlace y algún que otro mensaje que se emite durante la proyección.
Un 7,2.