James Bond no es “mi taza de te”. Es una saga amplísima de las cuales tengo sólo vistas dos más aparte de esta Goldfinger (Skyfall y Casino Royale), y es una mercancía que no me dice nada en absoluto, aunque de las tres esta sin embargo es la que más auténtica he percibido. Valorarla en el contexto de su saga y de su época es lo que creo que tiene más sentido, y por ello entiendo que es la mejor Bond según las valoraciones globales, pero lo cierto es que para una película de ese corte, acción y espionaje, no me parece que merezca mucho la pena hoy día, como trama creo que no aporta nada y muchas escenas y detalles del guión son licencias que el espectador asumirá porque es James Bond, el superhéroe de la época. Algunas cuestiones de realización son interesantes o curiosas (el plano aéreo sobre Miami, la tensión del rayo láser) aunque son más las ocasiones en que me chirrían cuestiones negativas (demasiado tiempo de silencios en ciertas secuencias de acción, algunas interpretaciones poco creíbles también en secuencias de tensión). Un producto para entretener hecho correctamente para el momento. Un 6.