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Argentina Argentina · Lomas del Mirador
Voto de devilman:
6
Serie de TV. Drama En los años 90, en el madrileño barrio de Tetuán, Miguel (Alberto Ammann), un joven y prometedor periodista, tiene que dejar su cómoda existencia para intentar salvar de la ruina a su familia y vengar a su padre, víctima de la avaricia de unos socios que le estafan. Para recuperar lo que les han robado, le pide ayuda a Sastre (Eloy Azorín), su mejor amigo de la infancia, que con el paso de los años se ha convertido en un pequeño ... [+]
26 de enero de 2021
0 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con esta serie me paso algo extraño. En principio me pareció una serie correcta (nada del otro mundo) plagada de errores de continuidad (Miguel (hijo) sigue por Madrid a un joyero para verificar su rutina vestido con remera, pero el joyero va vestido de sobretodo e incluso en alguna toma se ve que nieva), errores épicos (como dirían en el Canal Random) como la escena en que el Chatarrero mira por la ventana de la habitación de Carol que se ha marchado....y en el vidrio se reflejan todos los faroles de la planta de iluminación y anacronismos como cuando un personaje, en 1995, hace referencia a la Guerra de Yugoeslavia..que empezó en 1999. Salvando eso, es una serie entretenida sin más, pero si uno rasca un poco todos los protagonistas son unos psicópatas de manual que constantemente tienen que culpar a alguien por sus errores empezado por Miguel padre que culpa de su debacle a sus socios, pero en realidad es el producto de su falta de habilidad para los negocios. Miguel hijo, culpa a la debacle de su padre el que se convierta en ladrón, pero la realidad es que es lo que siempre quiso ser. Y el peor psicópata de todos, Sastre que se ve a sí mismo como una especie de Robin Hood que ayuda a los desvalidos del barrio, aunque nunca se ve que ayude a nadie más que a sí mismo y no tiene empacho en quebrarle un brazo para que baje su oferta al que va a alquilar el local que quiere para sí o reventarle la cabeza con un hierro al bicicletero cuyo único error fue no permitir que le robaran, como tampoco se le cae el pelo a la hora de asesinar a sus propios cómplices o torturar salvajemente a quien cree que lo traicionó para después pedirle disculpas como si no hubiera pasado nada. Todo el tiempo se la pasa hablando de una supuesta "ley del barrio" aplicable a todos menos a sí mismo, claro. Párrafo aparte merece el inspector de Manolo Solo que empieza siendo un personaje interesante pero luego se convierte en el cliché del policía con gabardina eternamente puesta. De la misma forma el Chatarrero (gran labor de Paco Tous) en el étimo capitulo da un giro copernicano y pasa de ser un padrino barrial a un imbécil que es engañado por un truco barato de Miguel que parece un crossover entre el Tony Manero de John Travolta y El Vaquilla, aquel delincuente juvenil que tuvo sus 15 minutos de fama en los `80 en el cine quinqui (con el cual, dicho sea de paso, esta serie tiene mucho en común. De hecho, las escenas de Sastre herido en la trastienda recuerdan a las escenas finales de Deprisa, deprisa la peli de Carlos Saura. Pero lo peor, es que después de haber terminado de ver la serie leo una entrevista a Miguel Sáenz donde dice que la novela es autobiográfica y que Miguel es un alter ego de sí mismo lo cual cambia toda la perspectiva que uno venia teniendo. Una cosa es escribir una novela sobre macarras barriobajeros y otra muy distinta decir que es casi un libro de memorias.
devilman
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