-McLane vuelve a la carga. Otra vez los terroristas puteándolo al pobre. Tras encerrarlo en un rascacielos, bombardearlo en un aeropuerto y tirar abajo la ciudad entera de Nueva York a base de bombas, al aguerrido agente anti-terrorista le llega su última misión: impedir que unos poderosos hackers se hagan con el poder del mundo entero y salvar a su hija. Esta vez McLane no se anda con chiquitas. Ya no tiene los claustrofóbicos lugares de un rascacielos y de un aeropuerto, ni tiene toda la ciudad de Nueva York para campar a sus anchas, ahora tiene a todo el país entero para cargarse a terroristas con sus violentos truquitos que aún hoy nos siguen levantando la sonrisa. Al menos aún servidor que le admira profundamente.
Ya no estamos en 1.988, ni siquiera en 1.995, estamos en 2.007 y los efectos especiales le ganan terreno a los tradicionales. Más espectaculares, más aparatosos, pero con mucho menos encanto. Tal vez muchos seguidores de la saga y férreos admiradores de McLane se sientan traicionados al encontrarse un pastiche digitalizado. Cierto es que ya no es lo mismo que antes y los efectos especiales por ordenador son menos costosos pero aún así es inevitable ver como se derrumban parte de los cimientos de una franquicia en detrimento de lo estúpidamente espectacular. Y como muchos otros pensarán, igual que pasa con Indiana Jones.
En lo referente a las actuaciones, Bruce Willis está genial, demostrando que él es el único capaz de interpretar al agente McLane, duro, sucio, mal hablado pero encantador y con una simpatía desbordante y gran habilidad para ganarse la complicidad del espectador con sus coñas y bromitas. Sin duda, un personaje de leyenda. Los demás están bien, actúan, pero desde luego no llegan al nivel de 'tío Bruce'. Además, Timothy Oliphant no será recordado entre esos villanos que tuvieron cojones de plantarle cara a McLane ya que todo lo hce a través de los ordenadores.

En resumen, una buena continuación de las andanzas de McLane contra los terroristas pero que comparadas con las anteriores pierde ese 'encanto' y no pasa de ser un simple entretenimiento más. No obstante, los seguidores de la saga como yo no se sentirán estafados y disfrutarán de ver a Bruce Willis volviendo a encarnar al sagaz McLane una vez más. Esperemos que no sea la última.