-Es difícil comentar el torrente de sensaciones que el filme que nos ocupa nos deja en nosotros. '¡Viven¡' no es tan solo una película de drama ni de aventuras. La película en sí tiene un corazón y un espíritu que se transmite de la pantalla al espectador y ese espíritu es la fuerza y la esperanza de los que realmente vivieron esa tragedia. Es así pues una película sobrecogedora, muy dura de ver y que transmite el sufrimiento y la angustia como pocas se ha visto en el cine. Frank Marshall abandona su habitual faceta de productor (principalmente las películas de Spielberg y Zemeckis) y coge la dirección de un filme que supera mis expectativas, ya que da credibilidad en todo momento y sobre todo es fiel a los verdaderos acontecimientos, además de evitar cualquier tipo de morbo sobre el tema del canibalismo al que se vieron obligados los protagonistas del filme, dejándolo como trama secundaria y que no ocupa gran parte del metraje. La película consigue el objetivo de emocionarnos, de inspirarnos temor y desconcierto y de aterrorizarnos con una situación así. Más allá de que sea una simple película mejor o peor lo único con lo que debemos quedarnos es con que al final de la película habremos vivido una de las experiencias más extrema, realista y sobrecogedora de la historia del cine.

En cuanto al apartado interpretativo, destaca la buena labor de Ethan Hawke y John Malkovich, entre otros, que aportan veracidad y realismo al filme. La dirección de Marshall es buena y pierde el ritmo en ningún tramo y la película consigue hacerse bastante entretenida.

En resumen, una buena película de aventuras y de drama que logra conmover y que no se olvida además de dejar una huella en nuestro corazón. No obstante, se pasa tan mal y se sufre tanto viendo '¡Viven¡' que no sería capaz de volverla a ver por segunda vez.

·LO MEJOR: la experiencia ultra-realista que se nos narra.

·LO PEOR: resulta imposible volver a visionarla.