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Voto de Frey Girl:
10
7.4
23,310
Animación. Fantástico. Aventuras. Infantil
La historia se centra en Sosuke, un chico de 5 años, y su relación con una princesa pez que ansía convertirse en un ser humano. Libre adaptación de "La sirenita" que obtuvo muy buena acogida de la crítica en el Festival de Venecia 2008.
10 de agosto de 2009
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llevaba mucho tiempo esperando una nueva producción de Hayao Miyazaki con la que poder deleitarme: si no me falla la memoria la última fue El Castillo Ambulante, y si bien Gedo Senki (de Goro Miyazaki) mató un poco el gusanillo, la llegada de Ponyo me producía especial ilusión.
Ahora puedo decir que la espera ha valido la pena. Posiblemente se trata de la producción más colorista de Miyazaki pues, si bien hay muchos momentos así en las otras obras, esa explosión de tonos y colorido es constante a lo largo de toda la película. La música y el dibujo son, como siempre, abrumadores: si hay algo que Miyazaki sepa hacer es mantener las técnicas tradicionales de la animación.
El mensaje de amor por la naturaleza es igual de intenso en esta película: todos esos mares desbordados de vida, y los primeros planos de la contaminación del puerto para marcar el contraste. Sin embargo esta película es especial porque se lleva la relación entre el ser humano y la naturaleza a un máximo: Sosuke y Ponyo, un niño y un pez, se enamoran el uno del otro, emulando de forma magistral aquel clásico que es "la Sirenita". Esa sutil relación de amistad-amor inocente entre ambos es absolutamente conmovedora y bien llevada, despertando una sensación de ternura difícil de obviar.
En fin, Miyazaki lo ha vuelto a conseguir. Y, por mucho que digan, esta película no tiene NADA de infantil: es una de las películas más universales que he visto nunca.
10/10
Ahora puedo decir que la espera ha valido la pena. Posiblemente se trata de la producción más colorista de Miyazaki pues, si bien hay muchos momentos así en las otras obras, esa explosión de tonos y colorido es constante a lo largo de toda la película. La música y el dibujo son, como siempre, abrumadores: si hay algo que Miyazaki sepa hacer es mantener las técnicas tradicionales de la animación.
El mensaje de amor por la naturaleza es igual de intenso en esta película: todos esos mares desbordados de vida, y los primeros planos de la contaminación del puerto para marcar el contraste. Sin embargo esta película es especial porque se lleva la relación entre el ser humano y la naturaleza a un máximo: Sosuke y Ponyo, un niño y un pez, se enamoran el uno del otro, emulando de forma magistral aquel clásico que es "la Sirenita". Esa sutil relación de amistad-amor inocente entre ambos es absolutamente conmovedora y bien llevada, despertando una sensación de ternura difícil de obviar.
En fin, Miyazaki lo ha vuelto a conseguir. Y, por mucho que digan, esta película no tiene NADA de infantil: es una de las películas más universales que he visto nunca.
10/10