Descubrí esta obra gracias al mítico programa de José Luis Garci "Que grande es el cine" en los 90. Creo recordar que fue una de las primeras emisiones del ciclo; menudas veladas de cine clásico me pegaba yo (las pelis empezaban a las 11 de la noche, y con el debate post-película y todo, no te acostabas hasta casi las 2).

Vista unos cuantos años después, el filme sorprende como el día que lo descubrí. El suspense va "in crescendo". Ingrid Bergman borda el papel de esposa asustadiza y Charles Boyer el de marido duro y autoritario. La tripleta la cierra un joven Joseph Cotten haciendo de poli metomentodo.

La ambientación es magnífica: no hay nada mejor para una buena trama de suspense que un crimen irresoluto en el Londres victoriano contemporáneo de Jack el Destripador y otros especímenes. Cukor pone la cámara donde debe, borda los primeros planos y se muestra como el maestro que es en el juego de luces y sombras.

Un película, en fin, muy recomendable. Lástima los 5 últimos minutos del metraje.