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Voto de Lafuente Estefanía:
7
Western Un joven agricultor que siempre ha deseado ser vaquero es contratado por un ganadero para conducir ganado durante un largo viaje. (FILMAFFINITY)
27 de julio de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El título de la versión hispana de la cinta ha traído a nuestra memoria este célebre verso machadiano del poema "Castilla" que traemos a la cabecera de esta reseña. Evoca el maestro de la generación del 98 el destierro que sufre Rodrigo Díaz de Vivar y cómo se cierran a su paso las puertas a las que acude en demanda de socorro.
Algo de destierro tiene asimismo el viaje de unos vaqueros que conducen ganado a una ciudad del Norte, también se encuentran las puertas cerradas cuando precisan auxilio para ellos o para las reses.
Otra vez el viaje donde lo que menos importa es el destino. Lo verdaderamente sustantivo está en el cambio que experimentan los viajeros a lo largo de la ruta. Nadie la termina igual que la empieza. Eso los que la terminan.
Especial es el caso del joven Ben Mockridge (Grimes) que, con apenas 16 años, quiere ser vaquero de los de pistola al cinto, aunque de momento deba conformarse con ser "la pequeña Mary" que es como conocen al ayudante de la cocina. Las aventuras y peripecias que experimentará durante la marcha darán lugar a una auténtica metamorfosis en su carácter, en su forma de ver la vida.
Por lo demás estamos ante un western de comienzos de los 70 que quiere romper con la tradición del género. Atrás quedan las fórmulas tradicionales de buenos contra malos, de defensa del honor y de los valores humanos. Es hora de ensayar otras nuevas.
La épica romántica da paso a la sordidez y al hiperrealismo. No es casual que a las primeras de cambio pillen los bandidos al incauto Ben con los pantalones bajados, ni que como cualquier novato reciba las burlas y los salivazos de sus compañeros de viaje, "Te has sentado donde yo escupo".
Lo mismo sucede con los pueblos que atraviesan, sucios, astrosos, con vecinos ladrones y crueles, "Uno es vaquero cuando no sabe hacer otra cosa". Tampoco faltan riñas y peleas entre los mismos compañeros de ruta.
En este caldo de cultivo evolucionará la personalidad de Ben que, tras los primeros vaivenes, se irá poco a poco afirmando para empezar a tomar sus propias decisiones, Ya es otra persona, se ha hecho hombre.
Trama interesante desarrollada con un buen guion y una excelente realización que se centra sobre todo en los personajes, en sus caracteres. Hombres tremendamente duros, "No le pongas nombre a nada que tal vez te tengas que comer", con fuertes personalidades, complejas, con claroscuros, capaces de las mayores violencias pero también con rasgos de heroica generosidad.
Correctas interpretaciones de todos ellos. No hay actrices, la única mujer aparece en una escena de cierta comicidad.
Se ha acabado el western atildado y elegante para dar paso a otro más violento y maloliente. Pero todo es western.
Una buena película que recomendamos pese a su final un tanto difuso.
Lafuente Estefanía
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