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Voto de Lafuente Estefanía:
8
Western Durante la guerra Civil (1861-1865), Howard Kemp (James Stewart) pierde su granja mientras lucha en el frente. Con el fin de reunir el dinero suficiente para recuperarla, trabaja como cazarrecompensas en el territorio de Colorado. Su primer objetivo será Ben Vandergroat (Robert Ryan), acusado de asesinar a un sherif. Tras acorralarlo en las Montañas Rocosas, se unen a él dos hombres que buscan compartir la jugosa recompensa: Jesse Tate ... [+]
24 de julio de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cazarrecompensas sobrevenido Howard Kemp o Colorado Jim (Stewart) plantea a su presa Ben Vandergroat (Ryan) las dos alternativas que tiene: el balazo ahora o la soga en Abilene. La contestación, magnífica como lo son buena parte de los diálogos, plantea que la verdadera importancia no está en elegir la forma de morir sino en elegir bien la forma de vivir.
Aquí radica el quid de la cinta: el tipo de vida que desea Colorado. Al principio tiene claro que precisa dinero para recuperar su rancho y no encuentra otra forma que obtenerlo capturando al bandido Ben, astuto para conocer y explotar las debilidades de los demás que viaja acompañado de una joven huérfana. Más tarde vendrán las dudas cuando consiga su objetivo con la ayuda improvisada de un viejo y fracasado minero y de un soldado expulsado del Ejército con deshonor.
Prácticamente ya no hay otros personajes que los bellos paisajes montañosos, magistralmente fotografiados, donde se desarrolla la trama. De ahí la importancia de la impecable dirección de actores que desarrolla Mann. Los tres captores buscan el dinero, el máximo posible si consiguen reducir el número de perceptores. La víctima, superior Ryan, sabe sembrar la discordia y las diferencias entre ellos para escapar y salvar el pescuezo, utilizando sin escrúpulos la colaboración de una ingenua Lina Patch (Leigh) que se está enamorando de Colorado.
La ambición, el egoísmo, la traición hacen acto de presencia en los cinco protagonista en un u otro momento. Todos son víctimas, incluso el propio Colorado al que la joven plantea si es posible iniciar una nueva vida sobre la base del dinero obtenido por la muerte de un hombre. Otra vez la ética del cazador de recompensas. Y será el amor, una vez más, el que reconducirá la situación abriendo nuevos horizontes vitales libres ya de pesadas cargas morales.
Para concluir debemos rechazar la sugerencia que en un momento dado se hace sobre la colocación de un bistec de carne cruda para desinflamar la contusión en un ojo, algo que se ve con frecuencia en los dibujos animados y que es contraproducente por las posibilidades de infección. Otra cosa son los masajes para desentumecer los músculos de la espalda después de prolongadas jornadas a caballo, que se practican en varias escenas.
Lafuente Estefanía
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