Esta "Pesadillas" del duo Rob Letterman & Jack Black es graciosa y entretenida, las cosas cono son. Y el homenaje a R.L. Stine, autor de los libros juveniles en que se basa el film, es muy chulo y agradecido. Pero cada vez que aparecía en pantalla un monstruo generado por cgi, o animación de baratillo para el caso, se me clavaba un puñal frío y duro como el hielo en el corazón. Y cuando el bicho de turno, además, podría haberse llevado a cabo con efectos prácticos, el puñal me traspasaba partiéndome en mil pedazos. En dos palabras: im - perdonable.
Aparcando lo anterior "Pesadillas" tiene un inconfundible espíritu a lo "Jumanji" (Joe Johnston, 1995), solo que en versión blandita e inofensiva. Fiel reflejo quizás de lo que es esta generación tan dependiente de lo políticamente correcto. A partir de ahí se genera una ágil y rítmica comedia familiar de terror teen, con esquema de survival, que no da un solo segundo de respiro.
El gran logro de "Pesadillas", a mi juicio, radica en esa idea de guion de convertir al propio R.L. Stine y a su universo literario en piedra angular de la película. Una idea de Scott Alexander & Larry Karaszewski, quienes ya firmaran el texto de la excepcional "1408" (Mikael Håffstöm, 2007), y que ha ido sobreviviendo a las diferentes reescrituras ya que, por lo que veo, el libreto final de la cinta lo firma un tal Darren Lemke.
En resumidas cuentas, sensaciones encontradas con "Pesadillas".