Tenía grandes esperanzas (¡si, como las de Charles Dickens!) depositadas en “Musarañas”, y la verdad es que la película no me ha defraudado en absoluto. Ustedes ponen un vaso de agua bajo un grifo que sufre de un goteo lento pero constante, y tienen la impresión de que nunca se llenará el dichoso vaso, pero tengan por seguro que con paciencia y tesón se llenará. Pues lo mismo ocurre con “Musarañas”, seguramente su primer acto no invite demasiado al optimismo, mayormente por su avance torpe y bacheado, pero a medida que la cinta se va desarrollando esta te va atrapando más y más hasta que te das cuenta de que no quieres ni puedes soltarte de ella. Lo dicho, que el vaso se termina llenando de agua.
“Musarañas” es una película que mezcla a la perfección: el drama, la intriga y el terror, todo ello de forma perturbadora y sin concesiones al espectador. Juanfer Andrés y Esteban Roel reflejan de forma magistral esos tres géneros mediante ese claustrofóbico piso madrileño de los años cincuenta regentado por enigmáticos personajes de doble fondo. Los directores se manejan a las mil maravillas tras las cámaras, lo que se refleja en la solidez del film tanto en lo que quieren contar como en la forma que eligen para contarlo. Y es ahí donde entra en liza uno de los puntos fuertes narrativos de “Musarañas”, el personaje de Luis Tosar y el uso que dan de él. La presencia de ese padre autoritario, mezcla de recuerdo e ilusión de su hija, es tremenda; convirtiéndose en un recurso narrativo muy bien llevado y agradecido por el espectador.
Argumentalmente, y al margen de su irregular primer acto, “Musarañas” entrega al espectador una serie de gratificantes sorpresas, algunas más imprevistas y otras menos, pero al fin y al cabo sorpresas que se agradecen. Desembocando todo ello en un tercer acto absolutamente descarnado en el que querrás apartar la vista de la pantalla pero no podrás, y culminado todo ello con una última escena que es un rotundo golpe bajo.
En el plano actoral me resultaría insultante no destacar a Macarena Gomez, la cual parece haber nacido para interpretar a Montse. Siendo honestos creo que este es su mejor papel desde “Carne de neón” (Paco Cabezas, 2010), ya era hora de que los productores de este país dejen de verla como secundaria y confíen en ella como protagonista. Ahora solamente espero que no se encasille en el papel de perturbada, aunque es un papel que le va como anillo al dedo.
En resumidas cuentas, “Musarañas” es una película totalmente recomendable y un debut por todo lo alto para sus prometedores realizadores.