Si esta "The haunting of Hill House" que se ha marcado Mike Flanagan tiene mucho más de Stephen King que de Shirley Jackson, pues se dice y punto. Lo que desde luego no la hace peor, pero tampoco mejor.
La estructura general que adquiere "The haunting of Hill House" es puro coming of age a lo «It», eso para empezar. El personaje de Luke es un retal del Jamie Morton de «Revival», que a su vez era la versión provechosa del Danny Torrance de «Doctor Sueño» que posteriormente adaptaría Flanagan. Los problemas gatunos de la pequeña Shirley, y hasta su aprendizaje sobre lo que es la muerte, es un remedo de «Cementerio de animales». Algo del patriarca Craine evoca a «Un saco de huesos». En fin, "The haunting of Hill House" es mejor temporada de "Castle Rock" que cualquier temporada de "Castle Rock". Pero Flanagan, estabas adaptando a Shirley Jackson. Y si crees que el ser, de las tres hechas hasta ahora, la tuya, la única que mantiene el título original ya te iba a granjear una palmadita en la espalda, lo llevas claro.
Aparcando lo anterior, a lo largo de sus excesivísimos diez capítulos —sí, sobran episodios y a los episodios le sobra metraje— "The haunting of Hill House" me ha ido entregando una de cal y otra de arena. Hasta el tercer capítulo no entré definitivamente en el producto, cuesta hacerse a su narración. Mike Flanagan juego mucho, por cierto, con el aspecto narrativo. Y en ocasiones queda patente que es más un efectista truco de posproducción que un efectivo recurso cimentado y justificado desde el guion. Luego, toda vez entras en el producto, no es malo el viaje. Lo reconozco. Apoyado en todo momento en un atinadísimo casting, no lo voy a negar.
Cualquier parecido entre esta adaptación y la novela homónima es pura coincidencia, creo que eso ya ha quedado claro. Para compensar Mike Flanagan se dedica a replicar algunos momentos del relato de Jackson, adaptándolos a su historia; y también a construir ciertos guiños artificiales. Aunque, ya que te pones, la escritora de la familia debería haber sido Shirley. Ya que guiñas, hazlo bien.
En definitiva, satisfecho con "The haunting of Hill House". No tanto como me hubiera gustado, pero satisfecho.