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Voto de AlvaroFaure:
9
Terror. Ciencia ficción En realidad no es una continuación de las andanzas del siniestro Michael Myers, pues de los films anteriores sólo toma prestado el título. Aquí, una pesadillas se vuelven realidad cuando un maníaco y propietario de una tienda de juguetes, Conal Cochran, empieza a fabricar unas máscaras que convierten las almas y los cuerpos de los niños en seres diabólicos. (FILMAFFINITY)
13 de octubre de 2021
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando vi Halloween II comenté que «para hacer una buena secuela o un buen remake de algo como la Halloween de Carpenter no se puede replicar lo anterior o continuarlo, hay que reinventarlo o dejarlo atrás por completo» y lo dije de tal forma que casi parecería que tenía por aquel entonces la más mínima idea de que justo esta película es exacta e intencionadamente lo segundo. (El protagonista de hecho rompe de una patada en un momento la pantalla de un televisor en que se está proyectando Halloween, cómo puede uno declarar un distanciamiento más abiertamente).

Si en la primera secuela, en un intento por imitar lo que había hecho grande la obra original, se lograban entender y replicar los aspectos más superficiales del cine de su autor, en esta el esfuerzo por comprender y asimilar su fórmula para dar vida a una obra nueva es tal que por momentos casi puede sentirse lejanamente como una película de Carpenter –que vuelve a encargarse de la genial partitura–, curiosamente más cercana a la posterior They Live que a la propia Halloween de la que toma el nombre y con una influencia nada disimulada de la Invasion of the Body Snatchers de Don Siegel, con la que dialoga de una manera muy interesante.

En ellas se inspira para construir su atmósfera terriblemente inquietante, sustentada inicialmente en una amenaza invisible que pronto se revela como una temible entidad siempre atenta, siempre vigilante y siempre implacable cuyos tentáculos se extienden por todas partes y contra la que no parece haber resistencia posible, un estado de ánimo que me devuelve siempre a la escalofriante escena de la Body Snatchers de Ferrara (Where you gonna go, where you gonna run, where you gonna hide?) y que queda subrayado aquí en la terrorífica y angustiante secuencia que cierra magistralmente esta película con la misma nota aterradora con que tendría que haber acabado la de Siegel 25 años antes

Por lo demás, sin duda un relato lleno de agujeros de guion sonrojantes, sucesos inviables, planes incomprensibles, romances increíbles y a todas luces cuestionables, una historia con tan nulo sentido que es fácil interpretarla en clave irónica –ayuda mucho el carismático villano del entrañable Dan O'Herlihy o el gag recurrente de la furiosa exmujer– y un padre divorciado con el carisma de una zapatilla que un siempre genial Tom Atkins convierte como tal en un protagonista tan anticlimático que es realmente divertido –y bajo cierta lectura hasta enormemente acertado.

Pero un relato al mismo tiempo plagado de ideas brillantes de cine, sobre cómo hacer una gran obra de terror, sobre cómo sorprender con una secuela que se opone al modelo de producción audiovisual en cadena dentro de una franquicia que pretendía convertirse y terminó por convertirse en una fábrica de producción en cadena y sobre un montón de cosas más que afortunadamente ya analiza con gran detalle Miguel en este* completísimo texto que complementa muy bien a la película.

Frente a la falta de originalidad y la ausencia de ideas, de espíritu artístico y de voluntad por hacer gran cine, una Halloween singular sin Myers con una atmósfera fascinante, un pueblo fantasma inquietante y memorable, imaginación, dimensión, sutil inventiva y un buen puñado de imágenes irrepetibles que se graban para siempre en el recuerdo.

* https://www.elantepenultimomohicano.com/2019/10/halloween-3-el-dia-de-la-bruja-1982.html
AlvaroFaure
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