A pesar de que ni el argumento, ni la trama, ni el final no me gustaron, esta película merece el aprobado por el dúo excepcional que forman Fernando Tejero y Malena Alterio, que tienen una química increíble, una chispa que te arranca carcajada tras carcajada y un carácter cada cual distinto, pero al mismo tiempo muy parecido, que complementan "each other".

Aparte de eso, esta película lo único que demuestra es la degradación del cine de comedia español, que cada vez va siendo menos original, a la par que se vuelve más comercial con el paso del tiempo. Es triste, pero es así.

Lo mejor es que, a pesar de sus personajes carentes de profundidad (aunque intentan aparentarla) y esteriotipados, todavía se percibe un regustillo ibérico (por ejemplo en el novio chulo y payaso de la protagonista, para partirse de risa).