Andrea Arnold retrata a una familia de clase baja de los barrios marginales de Inglaterra en ésta su segunda película que fue galardonada con el Premio del Jurado en el Festival de Cannes y con el BAFTA al Mejor Filme Británico del año.

Arnold retrata con total realismo el universo urbano y familiar alrededor de la protagonista, su desorientación ante el mundo que le rodea y los cambios que comportarán la aparición de Connor (Michael Fassbender), el nuevo ligue de su madre.

Una película sobre la identidad en la adolescencia en un universo carente de promesas y esperanzas, de inadaptados y seres frágiles; una pequeña obra con voluntad metafórica y que dota de autenticidad a las contradicciones de la juventud, destacando la interpretación de la joven protagonista Katie Jarvis.

Aún así, la algo excesiva duración rebaja la solidez de la cinta en todos sus aspectos pero aún así realiza un análisis de los barrios suburbanos verdaderamente digna de mención, acercándose al cine de Loach y al de los hermanos Dardenne en intención y forma.