“Take Shelter” es una buena muestra de un cine no tan convencional pero que bien vendría que una gran minoría, se supone que mínimamente cinéfila, la apoye. Dejando claro que me parece una buena película (que podía haberse convertido en una aún mejor) también es verdad que adolece de ciertos fallos que se dan a menudo en el cine actual. Desde su final sin cerrar, que parece que lo que se nos ha contado poco importaba en qué podía desembocar, que no final abierto, que es algo muy diferente, a la confluencia de géneros que van apareciendo pero en el que no se decide cual va a regir la narración, lo cual es importantísimo para que las diferentes historias que se van contando no se pierdan: las posibles paranoias o percepciones del protagonista, su tema social, su hipotético tema ecológico y pedagógico… Demasiados temas que van perdiendo intensidad a medida que va avanzando su narración. Y son varias las películas que nos vienen a la memoria cuyo eje central podía tener parecidos con su argumento, desde “Alarma: catástrofe”, “La zona muerta”, “Sacrificio”, “El fin de la noche”... lo que pasa es que todas ellas tenían claro es que llegaban a un destino claro, fuera creíble o no. Y la lástima es que en esta ocasión no lo parece. También influye el hecho de que el espectador, en caso de no solo inteligente sino benevolente, sea el que, con su participación y con lo que le han sugerido, perfile en su mente, mira por tú por donde, lo que la película no le ha resuelto.
Pero por otro lado está su buena dirección, el ambiente que logra gracias a una magnífica fotografía y buena música, unos excelentes efectos visuales y sonoros de los que no se abusan y unas buenas actuaciones sobre todo de los que encabezan la historia: el rostro tan peculiar, nada típico, de Michael Shannon (una especie de cruce entre Ray Liotta, Antonio Banderas y Tom Berenguer, pero con labios inquietantes) junto a la revelación cinematográfica, parece ser, de 2011, Jessica Chastain, que en “El árbol de la vida” encontró su catapulta definitiva. “Take shelter” bebe del cine independiente (aunque no lo sea tanto), aunque abarca mucho y poco aprieta, tiene capacidad de sugerir, como ya hemos comentado anteriormente, y posee momentos muy destacables, destacando sobre todo las que se adentran en los momentos oníricos o de terror y lo más llamativo, el poder hacerlo con escenas de gran belleza plástica.