Nostalgia hecha celuloide. Además, sin pudor. Por si alguien no tenía presente la gloriosa primera parte se permiten la complacencia de incluir escenas de esta incluso. Me entretiene pero salgo de la sala con la sensación de haber envejecido, de estar ante un concierto de una vieja gloria que, aunque suena bien, no puedes evitar el pensar ¿por qué estará subido aún a un escenario? ¿tendrá deudas que pagar? Y es que esta segunda entrega creo que tiene más que ver con franquiciar el éxito de la primera y sacar pasta que con una demanda real del público por volver a ver a estos personajes de nuevo en circulación. La segunda parte literaria (Porno) no justifica esta entrega en los cines. La banda sonora también ha decaído, por cierto. Si de la primera parte salí del cine flipado, de esta segunda salí triste.