Probablemente cuando vi “Jojo Rabbit” (Taika Waititi, 2019) por primera vez, me faltaba contexto de quién diantres era el tal Taika Waititi. Y lo prejuzgue equívocamente. Pensaba que se trataba de otro “graciosín” más, como si del Santiago Segura neozelandés se tratase y, francamente, tras revisionar “Jojo Rabbit” y, sobretodo, tras descubrir la película que nos ocupa, ya entiendo de donde viene su ingenio.

La idea de crear un falso documental de cuatro vampiros que comparten piso, me parece fascinante. Hubiera querido estar en el momento de gestación del guion de esta película. La película es hilarante y, la verdad, cada vez soy un público más difícil para las comedias. Sin embargo, en esta película, no salía de una risa que me metía en otra.

Por lo que he leído, empieza a considerarse una comedia de culto, y estoy absolutamente de acuerdo.