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Voto de Pensadero Público:
7
Drama. Comedia. Bélico En plena Segunda Guerra Mundial (1939-1945), un anciano militar británico rememora su larga y excitante vida. Su larga amistad con un colega alemán o su desobediencia a las ordenanzas para ayudar a una bella compatriota en apuros sólo son dos episodios de una experiencia personal inolvidable. (FILMAFFINITY)
19 de agosto de 2021
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vida y muerte del coronel Blimp (The Life and Death of Colonel Blimp) es una película británica de 1943 dirigida por Michael Powell y Emeric Pressburger quienes también son autores del guión. La cinta, producida en plena Segunda Guerra Mundial, se enfrentó a los problemas de censura propios de una época tan conflictiva ideológica y políticamente.

Al abordar un tema tan sensible como el honor y correcta conducta de los combatientes en un conflicto bélico, las autoridades británicas consideraron que la película no proyectaba la imagen de una Inglaterra fuerte y poderosa. Con el agravante de que uno de los protagonistas, Theo Kretschmar-Schuldorff (Antón Walbrook), es un alemán ‘bueno’ que ha huido de su país e instruye al viejo general Clive Candy (Roger Livesey) en la nueva manera de enfrentar al enemigo prescindiendo de los viejos códigos de honor y caballerosidad.

La historia abarca un periodo de cuarenta años que va de fines del siglo XIX hasta los años cuarenta del siglo XX. Clive Candy es un joven oficial del ejército británico que por su destacada participación en la Guerra de los Boérs obtiene las máximas condecoraciones. En esta primera ‘edad’, caracterizada por el idealismo y el romanticismo de la juventud, se lanza imprudentemente a una empresa caballeresca a Alemania para limpiar el ‘buen nombre’ de Inglaterra.

Su imprudencia provoca un lío diplomático del que tendrá que ser rescatado por las autoridades británicas. Pero es en esta etapa en la que conoce a las dos personas que a la postre serán las más importantes en su vida: Edith Hunter (Deborah Kerr) y Theo Kretschmar-Schuldorff, el oficial del ejército alemán con el que se bate a duelo y, posteriormente, se convierte en su mejor amigo.

La segunda ‘edad’ de Candy transcurre, ya siendo general, durante la Gran Guerra y se caracteriza por la madurez del personaje que se manifiesta a través de su arrogancia y su pragmatismo. Es su etapa de plenitud y de máximos logros y honores. Durante esta época conoce a la que será su esposa, Barbara Wynne (interpretada también por Deborah Kerr), una enfermera inglesa voluntaria que presta sus servicios en el frente francés y que es sorprendentemente parecida a Edith Hunter.

Finalmente, la tercera ‘edad´ del general transcurre durante la Segunda Guerra Mundial y sorprende al personaje en plena vejez, desencantado y escéptico con la nueva forma de afrontar el conflicto bélico de parte de las autoridades de su país que no dudan en echar mano de cualquier recurso con tal de tomar ventaja del enemigo. Es en esta etapa en la que se plantea el tema más polémico de la película. El general sigue creyendo en los antiguos códigos de honor y caballerosidad de la guerra. Es su amigo Theo quien le hace ver el enorme riesgo de tal actitud ante un enemigo tan perverso como el nazismo.

Por lo demás, la película es muy disfrutable pues no está exenta de ese humor tan inglés que sólo los británicos saben impregnarle a sus obras. Otro acierto notable es el magnifico guión que se sustenta en un solo flashback mediante el que nos enteramos de toda la historia del general y que abre y cierra el relato de forma muy eficaz.

Las actuaciones de los tres personajes principales también son notables y, como siempre, los actores secundarios no se quedan atrás cumpliendo a cabalidad su cometido. Cabe hacer mención en particular de Deborah Kerr quien asume el rol de tres personajes distintos como musa del personaje principal en cada una de sus edades. Primero como Edith Hunter, el amor platónico del joven oficial Candy. Luego como Barbara Wynne, la esposa del general elegida por su sorprendente parecido físico con Edith y, finalmente, como Angela 'Johnny' Cannon, la joven recluta que sirve de chofer al general elegida entre 700 candidatas. ¿Y saben por qué razón? ¡Exacto, por su enorme parecido físico con Edith Hunter!

En resumidas cuentas, sumamente recomendable. Entretenida, divertida y muy bien hecha.

Jesús Magaña Estrada
pensaderopú[email protected]
Pensadero Público
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