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Voto de Ignacio Larrea:
5
5.7
108
Western
Andy Martín llega a un pueblo del Oeste para reclamarle a su antiguo socio Pete Menlo el pago de una deuda. Después de una pelea, se reconcilian y se asocian para explotar una mina de oro. Bannon, un poderoso empresario minero, está empeñado en comprársela, pero ellos no aceptan. El empresario recurrirá entonces a toda clase de medios para impedir que la exploten. (FILMAFFINITY)
7 de marzo de 2010
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Discreto western, realizado, posiblemente, con destino a los encantadores programas dobles de los cines yanquis de aquella época.
La realización de Hibbs, director de serie B que acabo de conocer, es convencional, no poseyendo nada imaginativo en sus escenas.
Pero comienza bien, con una buena y simpática pelea a puñetazos entre los dos protagonistas y el desarrollo de la trama es limpia y clara. Y lo es porque, repito, no tiene nada de particular.
Tanto los diálogos como las interpretaciones son mediocres, con un Lex Barker de protagonista, anterior a sus Tarzanes y, por supuesto, a su matrimonio con nuestra Tita Cervera. Aunque los secundarios, como McIntire y el ya aquí bastante veterano William Demarest, lo hacen francamente bien, amén de Leo Gordon, en su sempiterno papel de pistolero y matón a sueldo.
Para pasar el rato y olvidarla al de cinco minutos.
La realización de Hibbs, director de serie B que acabo de conocer, es convencional, no poseyendo nada imaginativo en sus escenas.
Pero comienza bien, con una buena y simpática pelea a puñetazos entre los dos protagonistas y el desarrollo de la trama es limpia y clara. Y lo es porque, repito, no tiene nada de particular.
Tanto los diálogos como las interpretaciones son mediocres, con un Lex Barker de protagonista, anterior a sus Tarzanes y, por supuesto, a su matrimonio con nuestra Tita Cervera. Aunque los secundarios, como McIntire y el ya aquí bastante veterano William Demarest, lo hacen francamente bien, amén de Leo Gordon, en su sempiterno papel de pistolero y matón a sueldo.
Para pasar el rato y olvidarla al de cinco minutos.