Película
En la película, Corinne adopta el nombre de Carola, y Lketinga el de Lemanian. Carola, atravesará Kenia buscando incansablemente a Lemanian por un país del que desconoce todo, ya sea el idioma, apenas chapurrea el inglés, o las costumbres. pero no se rendirá. Es casi la constante de la película. Su tesón y su constancia que la harán insistir hasta llegar al lado de su amado, con el que no puede tampoco hablar, ya que ninguno habla la lengua del otro.

La Masai Blanca está rodada en los escenarios reales donde transcurrió la historia. Tiene poco artificio, es la fuerza del relato lo que le da importancia a este drama romántico, así como el encanto de África, sus costumbres y vivencias tan distintas a las de los europeos.

Pese a mostrar bastante fielmente lo descrito en la novela, no llega a revelarnos todos los infortunios y vicisitudes que vivió la protagonista en sus andanzas por Kenia, ni los problemas que tenía que sufrir cada vez que atravesaba el camino que llevaba al pueblo, que más de una vez estuvo a punto de costarle la vida, ni los graves problemas de salud que tuvo la protagonista ni las deficiencias de higiene en la vida en la manyatta o el suplicio burocrático que sufrió para conseguir la nacionalidad keniata. Pero nos permite hacernos una idea bastante acertada de la enorme valentía de esta mujer, y de su enorme generosidad con un pueblo que no entendía que las cosas tienen valor monetario, y que su dinero no era inacabable.

Aquí van a chocar el amor contra la desconfianza, el coraje y valentía de una mujer con el egoísmo de un guerrero, el amor puro, incondicional, con un amor interesado, cegado por los celos.

En definitiva, La Masai Blanca es una película sin grandes pretensiones que fue un éxito en Alemania, que gustará a los enamorados de la cultura africana, y de las historias de superación. Nos enseña la fuerza del amor, y el choque entre dos culturas diferentes. No tiene el ímpetu trepidante de la novela, pero es interesante de ver.

Novela
¿Y si una mujer europea con la vida resuelta, pareja y planes de boda, se enamora de un masai en un viaje a Kenia? Pues eso es lo que le pasó realmente a Corinne Hoffman, en el año 1988, que por amor a un hombre de una cultura y un estilo de vida completamente distinta abandonó su Suiza natal y se fue a vivir a una manyatta (aldea) masai, en una choza en la que no podía ni ponerse de pie, sin ningún tipo de higiene y sin hablar el idioma de los habitantes de la tribu.

Si no fuera porque esta historia está basada en un hecho real, sería demasiado “novelesco”, increíble. Pero es cierto. Corinne, en el transcurso de un viaje a Kenia conoció a un bello guerrero masai, y se enamoró tan perdidamente de él, que sin haber podido cruzar apenas palabra alguna con el masai de nombre Lketinga, dejó a su novio y volvió a Suiza para iniciar inmediatamente los trámites necesarios para liquidar su vida occidental y emprender una nueva vida en África.

Ella luchará contra viento y marea por su amor, nos contará las mil aventuras que tuvo que sortear, hasta con elefantes, búfalos y leones; las dificultades a las que se enfrenta una europea al vivir en una choza hecha de excrementos de animales, paja y barro; las múltiples enfermedades a las que su cuerpo mal alimentado con una dieta casi exclusiva de carne de cabra y atacado por la malaria se verá sometido. También la veremos enfrentarse con un enemigo más implacable: la burocracia africana, que con su inmovilismo le va a poner mil pegas para darle unos documentos africanos en regla.

Todo esto lo sobrellevará sin quejarse; la suciedad, las moscas, los peligros y el aislamiento entre personas con las que no puede comunicarse, no serán lo que la hará rendirse. El desdén, la desconfianza y el maltrato de su marido masai serán lo que la lleven a renunciar a su aventura africana y retornar a su país.

La Masai Blanca también es un retrato de la vida desconocida de un pueblo guerrero superviviente de una época remota, cuyo comportamiento es prácticamente similar al que llevaron sus antepasados, no entienden el correr del tiempo, ni el dinero, ni los derechos de la mujer, y se les hace muy duro integrarse a las costumbres modernas.

Esta novela está escrita con una narrativa sencilla, sin artificio y con un léxico limitado. Si la historia hubiera sido de ficción, realmente habría sido un libro flojito. Pero la riqueza de esta narración radica en la tremenda fuerza del relato que subyace bajo la sencilla prosa con que es narrado.

La enorme valentía de esta mujer que puede con todas las dificultades, su lucha contra el menosprecio a la mujer en general en la cultura masai, su amor por un hombre que la querrá a la manera prepotente de un guerrero, con el que tendrá graves conflictos culturales debido a las diferencias en la concepción de la sexualidad, la poligamia, la ablación del clítoris o la educación, y su ayuda incondicional a la tribu del marido, nos atrapará y sufriremos con ella, hasta nos rascaremos con las picaduras de los piojos y la sarna, el corazón se nos encogerá cuando arrostra los peligros de conducir por la selva y estaremos deseando que acaben sus sufrimientos.

Al final del libro disfrutaremos de unas fotografías que nos demostrarán que todo era verdad, y la veremos posando en la tribu completamente adaptada a las circunstancias.

Corinne Hoffman escribió su historia porque los que la conocían, la animaron a hacerlo. La Masai Blanca vendió 4 millones de ejemplares, fue número uno en listas de más vendidos de Alemania, y ha sido traducido a 30 idiomas y finalmente en 2005 fue llevada al cine.

En definitiva, una historia trepidante de lucha por amor, un viaje impetuoso entre dos mundos, dos civilizaciones, en la que aprenderemos el significado de la palabra resiliencia y tenacidad. A los lectores que les gustan las novelas tipo Sara Lark, les entusiasmará.
Escrito por Luz Nogues
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