Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Cinemagavia:
8
Romance. Drama Las cinco hermanas Bennet han sido criadas por una madre obsesionada por encontrarles marido. Pero una de ellas, Lizzie, inteligente y con carácter, desea una vida con perspectivas más abiertas, un anhelo respaldado por su padre. Cuando el señor Bingley (Simon Woods), un soltero rico, y su círculo de sofisticados amigos se instalan en una mansión vecina para pasar el verano, las Bennett se entusiasman con la posibilidad de encontrar ... [+]
30 de diciembre de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
*El amor y el honor

En 2020 se cumplen 15 años desde el estreno original de Orgullo y prejuicio, una de las películas que terminó por catapultar la carrera interpretativa de Keira Knightley. El film, que se puede presuponer, está basado en una de las novelas más aclamadas a lo largo de la historia, escrita por Jane Austen. En esta ocasión, Deborah Moggach es la encargada de adaptar las aventuras y desventuras de la familia Bennet. Para comenzar, el guion realiza una visión de la figura de la mujer de entonces, donde se daba mucha importancia a la imagen pública y al matrimonio que contraían las mujeres. Sin embargo, al igual que el libro original, su perspectiva se centra en la ruptura de ese estilo de vida, mostrando la rebeldía de su principal protagonista: Elizabeth. Es una historia sobre estas mujeres, y no de los hombres que les acompañan.

Gracias a ello, su mayor fuerte es que no se centra únicamente en la historia romántica que se plantea, sino que va más allá. Por tanto, los espectadores pueden sentir esa elegancia de una profundización algo más intimista. Es cierto que hay partes en las que se peca de luminosidad e ingenuidad, pero en otras expone las obligaciones y el peso de ser mujer en esa época. Además, al vivirse en distintos estamentos de la sociedad, también engancha que se desarrollen en un dramatismo más telenovelesco, con tiras y afloja que encandilan al público al expresarlo de una manera totalmente natural. Al ser un drama de época, esa lucha por la libertad y la libre elección debe fraguarse dentro de una coherencia. Esta película, sin duda, consigue obtener ese alegato feminista, pero sin forzarlo, aunque su final nade más hacia el tono romántico.

*Keira Knightley ante una de sus mejores interpretaciones

La principal protagonista de Orgullo y prejuicio es Keira Knightley, la cual se mete en la piel de Elizabeth Bennet. La actriz desde el principio se muestra cómoda en el papel, dejando salir esa jovialidad lumínica a la hora de abordar su personaje. Asimismo, combina ese factor más risueño en su expresividad facial, con una contradicción personal que sabe llevarlo en la forma de ejecutar algunas de las acciones que se ven en pantalla. De esta manera, logra que el público sea capaz de comprender que es lo que hay dentro de su sentir. También deja salir una pizca de picaresca y de un humor más satírico, lo que endurece su imagen para no quedarse en un plano más superficial. No necesita echar mano de una elegancia impostada para transmitir la época en la que se produce, dejándola fabricar su propio estilo y obtener el favor de los espectadores.

La otra gran protagonista del film es Rosamund Pike, que interpreta a la tímida Jane. A diferencia de Knightley, Pike se mueve más en una actuación que maneja con frialdad. No significa que se mantenga en un plano externo, pero su trabajo expresivo es más sutil, menos visceral. Así pone especial atención al juego de miradas y a pequeños detalles, que hacen que marque la diferencia. Luego, Matthew Macfadyen y Simon Woods son la contraparte de Knightley y Pike. En el caso del primero, Macfadyen es correcto en el primer tercio del film, pero no es hasta el final de la segunda parte cuando coge potencia y se mete de lleno en su personaje. Por su parte, Woods mantiene su energía grácil y no se desprende de ella. Aunque pueda parecer más plano, así da más atención al trabajo de sus compañeros.

*Navegando por la historia

Aunque el reparto protagonista está formado por los actores ya mencionados, Orgullo y prejuicio goza de un elenco coral numeroso, incluso, en los papeles más relevantes. Hay que aplaudir a la dirección de actores, ya que han sabido crear una sinergia entre ellos y forman una unión que saca partido a cada miembro de este elenco. No se siente en ningún momento que alguno se vea opacado por un compañero. Cambiando de tercio, la dirección de fotografía es preciosa, con unos exteriores inmensos que dan esa sensación de majestuosidad salvaje instantánea. De la misma forma, sacan partido a aquellos lugares de la propia vida de sus protagonistas. Por lo que, hay que aplaudir que haya una riqueza importante de localizaciones y la cámara haya sabido capturar de una forma magistral esos parajes de ensueño cotidiano.

La dirección de arte tampoco se queda atrás, llevando esos espacios, en especial los interiores, hacia el pasado. Gracias a ello, el espectador realiza un viaje histórico, transportándose al universo de Jane Austen sin problemas. Se le da una especial atención a la vida en sociedad. Por ende, hay varias secuencias que plásticamente cuidan muchos los detalles de las fiestas en las que participan los personajes, con las coreografías, los movimientos de cámara, el propio vestuario… Se ve perfectamente el nivel de la producción de la película. Para terminar, el ritmo es ameno, a la vez que se acelera en esos puntos de mayor carga dramática y desenfreno sentimental, equilibrándose con las secuencias más contemplativas o reflexivas. Por lo tanto, el montaje del film es minucioso y ha sabido atinar en cómo va navegando a la acción a lo largo de la cinta.

*Conclusión

Orgullo y prejuicio es una adaptación de la novela homónima de Jane Austen que refleja los códigos sociales de entonces, pero desde una perspectiva feminista, elaborada y más allá de lo romántico. Su fuerte se expresa en esas contradicciones existenciales, al mismo tiempo que encandilan al espectador con la introspección de los personajes y también ese romanticismo dramático. Hay partes más edulcoradas, pero no restan calidad al conjunto, siendo un perfecto guilty pleasure. Keira Knightley está estupenda, acompañada por un reparto a la altura y que forman un equipo estupendo. Asimismo, la dirección de fotografía y de arte son brillantes, con una exposición inmensa de los espacios y de unas localizaciones muy cuidadas.

Escrito por Diego Da Costa
Cinemagavia
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow