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España España · Cartagena
Voto de GeneralPrim:
10
Drama. Romance José y Elena (José Sacristán y Fiorella Faltoyano), que habían sido novios de adolescentes, se reencuentran años después y vuelven a ilusionarse, pero ahora los dos están casados. Su clandestina historia de amor está determinada además por las circunstancias del momento que les ha tocado vivir: los últimos años del régimen franquista y los comienzos de la Transición. (FILMAFFINITY)
6 de septiembre de 2010
31 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
A nosotros, que supimos, cuando ya no
había remedio, que aquel mundo
imperial en Cinemascope y color
DeLuxe que nos habían prometido en el
colegio y en tantos discursos y sermones,
no existiría nunca…

A nosotros, que hemos ido llegando
tarde a todo: a la infancia,
a la adolescencia, al sexo, al amor,
a la política…

A nosotros, que nos quitaron, año
tras año, el significado de cuanto nos
rodeaba, aunque fueran las cosas más
pequeñas, menos importantes…

Y a quienes nos hicieron así: nuestros
padres, que también llevaron lo suyo;
y a Sor Bernarda, siempre dando
pellizcos; y al Padre Pulido, que
tanto nos azaraba cuando nos echaba
el brazo por el cuello;
y a José Mallorquí y sus “Dos hombres buenos”,
y a Roberto Alcázar y Pedrín, jefe de
centuria y “flecha”, respectivamente;
y a Domingo, el de los comestibles,
que partía el chicle “bazooka” con un
cuchillo enorme;
y a Young Martín y a Fred Galiana;
y a Di Stefano y a Kubala, y los
zapatos de Segarra;
y a Pedro Pablo Ayuso y Matilde
Conesa, y a Guillermo Sautier
Casaseca y a Marcial Lafuente
Estefanía;
y a Indívil y Mardonio, y a “By Vázquez”,
y a Conti, y a Peñarroya;
y al inventor del “palmo y dao”, y al
Padre Venancio Marcos, y a “La melodía misteriosa”,
y a Gila, y a Pepe Iglesias
“El Zorro”, y a Renato Carossone y a
Gloría Lasso, y a Luis Mariano,
que nunca lo dejaron en paz con eso de si
era marica;
y a Juan de Orduña, el de “Locura de amor”,
y a Carpanta, y al gran Mekong
de los Wiganes, y al “París Hollywood”;
y al Padre Ripalda (no, al Padre Ripalda, no);
bueno, pues a los últimos de Filipinas;
y a los amigos ricos que nos dejaron
jugar alguna vez con sus trenes eléctricos,
y a todos los billares y futbolines de España,
y a Marilyn Monroe…


A José Luis Garci, por hacer una de las películas más maravillosas que se han hecho jamás en el cine español. Mil gracias.
GeneralPrim
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