La historia que presenta esta película suele ser de las que te pone a pensar, de las que te despierta de un golpe a la sensibilidad, a la solidaridad de las injusticias o el sufrimiento de las personas que te rodean. Este tipo de cine suele dejar una sensación agridulce por el hecho de ser (más) consciente de lo que se mueve a tu alrededor pero ayuda mucho el cómo estén contadas... Y aquí es donde falla la que nos ocupa. La historia es buena, pero falla la realización y, quizás también, el final. Una realización torpe y un abrupto final que te dejan con la sensación de que falta algo más, y de que no te llega a calar más hondo por la forma en que te ha sido mostrada. Una pena porque la base es muy buena.