Media votos
7.8
Votos
1,391
Críticas
273
Listas
61
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de davilochi:
7
2 de diciembre de 2010
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta famosa frasa de Nietzsche resumiría bastante bien el contenido de esta interesante producción croata que tiene por actor principal a un siempre magnífico Miki Manojlovic, que cada cual saque sus propias conclusiones en torno a la sentencia del filósofo alemán y su relación con la película. Para mi gusto creo que esta película viene a mostrar de algún modo la contradicción del ser humano, siempre en una dura pugna entre seguir sus instintos más básicos o rendirse a los convencionalismos sociales. De ahí que el ser humano sea una disonancia - lo cual es reflejado en el film a la perfección - porque tiende a lograr a duras penas la tan ansiada armonía con el medio que le rodea, todo ello a costa de muchos desajustes en la vida de otros seres humanos que conviven con éste. Si algo nos muestra la película es la inserción del ser humano en un complejo juego de redes sociales que se tocan en sus extremos con otras (en este caso pienso en los hermanos Nikola y Braco, que marcados por su pasión hacia las mujeres siguen un destino casi paralelo, tanto que sus vidas se asemejan a un juego de espejos). La estructura del film se articula en torno a Nikola y Braco, que son los que dan al film esa forma simétrica tan características y pocas veces tan bien lograda.
Esto que para mí no deja de ser una hiperbolización de la realidad (aunque quizás haya llegado a preguntarme en algún momento si realmente mi padre es quien me han dicho toda vida que es, ¿por qué no?) viene a mostrarnos lo que no deja de ser un tema recurrente en el mundo del arte: la infidelidad, los celos en el seno de la familia y todo lo que gira en torno a éstos. En la propia Croacia los críticos han alabado la película por ajustarse bastante bien a la realidad cotidiana de muchos miembros de las clases medias-altas de Zagreb.
Valoro de forma excepcional el pequeño papel de Nina Ivanisin (a quien me costó reconocer respecto a su anterior film Slovenka), la escenificación de su papel de joven inocente raya la perfección (fíjense en la expresividad de su rostro) y su belleza delicada y tan particular hará las delicias de los/as más exigentes. Toda su intervención me parece maravillosa de principio a fin, así como la emoción que embarga a Nikola al pasar a palabras mayores con ella en una escena sexual que en sus primeros minutos es casi ritualística (con recitación de poesía incluida).
Esto que para mí no deja de ser una hiperbolización de la realidad (aunque quizás haya llegado a preguntarme en algún momento si realmente mi padre es quien me han dicho toda vida que es, ¿por qué no?) viene a mostrarnos lo que no deja de ser un tema recurrente en el mundo del arte: la infidelidad, los celos en el seno de la familia y todo lo que gira en torno a éstos. En la propia Croacia los críticos han alabado la película por ajustarse bastante bien a la realidad cotidiana de muchos miembros de las clases medias-altas de Zagreb.
Valoro de forma excepcional el pequeño papel de Nina Ivanisin (a quien me costó reconocer respecto a su anterior film Slovenka), la escenificación de su papel de joven inocente raya la perfección (fíjense en la expresividad de su rostro) y su belleza delicada y tan particular hará las delicias de los/as más exigentes. Toda su intervención me parece maravillosa de principio a fin, así como la emoción que embarga a Nikola al pasar a palabras mayores con ella en una escena sexual que en sus primeros minutos es casi ritualística (con recitación de poesía incluida).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
En definitiva creo que hay una idea que Rosa Chacel expuso en su hermoso libro la "Sinrazón" que se ajusta muy bien a los contenidos del film. La gente que nos rodea podría aparecer simbolizada a nivel mental por un cono del cual sólo vemos iluminadas secciones muy puntuales como podría ser la punta y la base, pero después una gran parte de éste aparece marcado por la sombra. Conforme el tiempo va desempeñando su papel de juez y va descubriendo paulatinamente el telón caemos en la cuenta de que no sabemos mucho sobre la gente con la que vivíamos, o al menos no todo lo que creíamos saber (son los momentos de crisis existencial, como cuando la mujer de Nikola descubre que su marido le está siendo infiel con una farmaceútica y que, además, lleva con esta una doble vida en una finca de las afueras de Zagreb): es en ese momento cuando vienen las sorpresas, y ¡qué sorpresas! Nada más y nada menos la hija de Brako es obra de su hermano, y la criatura de Nikola del propio Brako, producto de un arrebato de rabia y frustración que le llevan a rellenar con su esperma el frasco de pruebas (lo que sorprende es que Nikola no se preguntara antes por el origen del bombo de su mujer, lo cual me parece no un fallo de guión, sino un signo de lo poco preocupado que éste está por su propia mujer).
Creo que el final es realista y refleja algo que domina en muchas ocasiones sobre los instintos e incluso la dignidad de las personas: el miedo a la soledad. Muchas veces esto lleva al ser humano a aceptar situaciones que cualquier protagonista externo a la relación consideraría degradantes, pero no es más que el miedo a un mundo aparentemente hostil (a perder una situación cómoda en la vida) lo que lleva a muchos a aceptar un pacto tácito (en este caso la esposa de Nikola, aconsejada además por la de Braco o el propio Braco, deseoso de volver con su mujer ante la perspectiva de vivir de por vida solo, encerrado en el estudio de su difunto padre) por el que se vuelve a intentar partir de cero una y otra vez, a sabiendas de que el mismo problema de infidelidad y desestructuración habrá de ser enfrentado en el futuro. Y esto es así porque simple y llanamente individuos como Braco y Nikola necesitan de la atención de otros seres para sentirse vivos y realizados (ojo, no es que esté haciendo una apología de la infidelidad).
Estamos, por lo tanto, ante una buena película que merece ser tenida en cuenta.
Creo que el final es realista y refleja algo que domina en muchas ocasiones sobre los instintos e incluso la dignidad de las personas: el miedo a la soledad. Muchas veces esto lleva al ser humano a aceptar situaciones que cualquier protagonista externo a la relación consideraría degradantes, pero no es más que el miedo a un mundo aparentemente hostil (a perder una situación cómoda en la vida) lo que lleva a muchos a aceptar un pacto tácito (en este caso la esposa de Nikola, aconsejada además por la de Braco o el propio Braco, deseoso de volver con su mujer ante la perspectiva de vivir de por vida solo, encerrado en el estudio de su difunto padre) por el que se vuelve a intentar partir de cero una y otra vez, a sabiendas de que el mismo problema de infidelidad y desestructuración habrá de ser enfrentado en el futuro. Y esto es así porque simple y llanamente individuos como Braco y Nikola necesitan de la atención de otros seres para sentirse vivos y realizados (ojo, no es que esté haciendo una apología de la infidelidad).
Estamos, por lo tanto, ante una buena película que merece ser tenida en cuenta.