1) Cójase una tarde para usted solo. Si está de Rodríguez, mejor.

2) Atrévase con esa película superventas de hace muchísimos años que no ha podido ver nunca. Es el momento, no lo dude. No sea perezoso, el filme está esperándolo sólo a usted.

3) Aíslese completamente en su casa. Nada existe, excepto usted y la película. Desconecte el teléfono, el móvil y todo lo que esté enchufado.

4) Olvídese de todo lo que haya podido oír o leer de la película anteriormente.

5) VEA LA PELÍCULA SIN PAUSAS. Ni se le ocurra recurrir a las sesiones de tarde de televisión, repletas de anuncios.

6) Al acabar, reflexione un poco. Si puede ser, con un buen aperitivo de jamón serrano, mejor.

7) Al acabar de reflexionar, descubrirá lo buena que es la distancia temporal para valorar y calificar en concordancia una película en su tiempo desmesuradamente ensalzada o criticada. El jamón está ahí para desviar la atención.

8) Atrévase a decir: "La tapadera" no es nada del otro mundo. Dan igual las nominaciones a los premios que haya tenido. Es su primer paso hacia la liberación del crítico que lleva dentro.

9) ¿Le ha gustado la experiencia? ¿Siente una liberación total? Bienvenido a los que no dependemos de las modas y ni siquiera del onanismo de las valoraciones de las críticas de Filmaffinitty. No tenemos ego. No lo necesitamos.

10) Ha sido fácil, ¿verdad? Ahora viene lo bueno en forma de MORALEJA: Sea capaz de atacar a los clásicos como se merecen. No dude en criticar abiertamente lo que no le guste. Pronto se verá poniendo a parir a "Casablanca", "Ciudadano Kane" o "Lo que el viento se llevó", tres "cumbres del arte" que no son nada del otro mundo. Las opiniones las moldean los espectadores de a pie, no la crítica especializada.

Por cierto, "La tapadera" es un déjà vu de argumento, actores y situaciones que se salva por mucho del suspenso por el buen hacer de Hackman y Harris. Un collage de trocitos de películas anteriores y posteriores, vaya. Para lo bueno y para lo malo.