La última obra de Verhoeven en su etapa americana fue un éxito de taquilla y el retorno de Kevin Bacon (en un papel estupendo, dicho sea de paso) en estado de gracia, sin embargo, es con diferencia el peor film del holandés.
Tecnicamente la cinta es una belleza, insuperable. Ya sea el "Hollow Man", la escena final o las transformaciones, todo es perfecto, una obra maestra. Pero argumentalmente deja mucho que desear: una historia de lo más interesante, un notable reparto y un genial Verhoeven, arruinados por una media hora final de lo más tópica.

Aún así, la cinta posee elementos destacables: un espectacular Kevin Bacon en un papel que le viene como anillo al dedo, un espectáculo técnico sin precedentes, unos 45 primeros minutos de suspense bien llevados a cabo y.... ya está. Pero una cinta de Verhoeven no es lo mismo sin sus sellos de personalidad: dirección vertiginosa... y un demoledor mensaje social. Tras sus menospreciadas Starship Troopers y Robocop, la notable Desafío Total y la interesante Instinto básico, Verhoeven vuelve a hacer de las suyas. Pues las acciones de Bacon no son más que la muestra de que la línea que separa poder y corrupción es frágil y delgada, y que al fin y al cabo, si tuvieras ese poder ¿Qué harías? No creo que te quedaras de brazos cruzados, servidor tampoco.. así somos.

En fin, con todo, Hollow Man resulta una cinta pasable y entretenida, si bien menos a lo que nos tiene acostumbrado Verhoeven.

Saludos... ¡Y feliz Halloween!