Bille August lleva a la gran pantalla y muy correctamente comprimida la obra, miento, la espectacular obra de Victor Hugo Les Miserables y con unos resultados desiguales en algunos aspectos. Toda una lástima.
Ojo, no implica que eso sea malo, implica que está por debajo de sus posibilidades, e incluso una buena valoración de la película exige una explicación del error de la película. El guión parte de una obra FABULOSA (para mi, es uno de los mejores libros jamás escritos por infinidad de razones) por lo cual muy mal deberían de haberlo hecho para tener un mal guión. Así, de partida tanto la historia como el guión son un pilar de colosales dimensiones sobre el cual se sustenta la película. Los actores, tres cuartos de lo mismo. El reparto lo encabeza Liam Nesson como Jean Valjean y borda su papel; el resto del reparto es igual de espectacular y funciona fabulosamente también (Rush en especial está también espectacular). Y la música de Basil Poledouris es una de sus mejores obras (y eso es decir mucho).
Y la dirección es correcta, solo correcta.

A Bille August le faltó mano para llevar la película a un terreno más contundente. Le falta un algo, le falta garra, fuerza; es como si fuera a arrancar en cualquier momento pero no lo hiciera. El nervio que le falta es lo que no le permite ser la película que se merece ser. Pero pese a todo lo dicho, sigue siendo una película de una notabilísima calidad. Porque la crítica que acabo de escribir solo quiere decir que podría haber sido algo que no fue y “solo” se queda en una película destinada a enganchar al espectador y que te mete en la piel de Valjean. Pese a estar demasiado comedida, película como poco imprescindible de visionar (quiero pensar que algún día se hará una versión que dignificará como se merece la novela, pero el cine actual no creo que pueda hacerlo, y aquí casi lo consiguieron).