Ópera prima que prometía mucho pero que finalmente no ha dado para más. El director, también guionista de esta película, podría haber conseguido un producto mejor con todo el reparto que ha conseguido juntar, pero finalmente no pasará a los anales de la historia, ni siquiera recordaremos esta película por mucho tiempo.

El gran reparto es lo mejor de la película. Dafoe siempre cumple y el elenco de mujeres co-protagonistas excelente. Como protagonista tenemos a un Ryan Reynolds que no esta mal en su papel de incomprendido e incomprensible, aunque no es un actor que me termine de convencer demasiado resuelve la papeleta y mejora con el paso de los minutos.

Respecto al guión, da la impresión que en general todo se desarrolla con naturalidad, pero a pesar de ello cuesta empatizar con el personaje de Reynolds, cuesta acercarse a él y todo lo que rodea a esta familia. La película va de menos a más, está narrada de forma muy lenta y como consecuencia su historia nos resulta bastante aburrida, exceptuando quizás la última media hora que se pasa volando por los hechos que se terminan desencadenando y la vorágine de sentimientos encontrados entre nuestro protagonista y su familia.
Aun así, no ha resultado ser una cinta tan emotiva como pretendía, una pena que no alcance el nivel necesario para llegarnos, para emocionarnos y es aquí donde esta el mayor error de esta película y lo que hará que terminemos bastante aburridos.

Se hace bonita al final, pero es poca cosa en general y rápidamente se olvidará. No recomiendo verla a pesar de lo sincera o realista que pueda parecer, pues se hace bastante aburrida y no consigue hacernos conectar con la historia y los personajes.