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España España · Sevilla
Voto de Muzzle:
8
Animación. Fantástico. Terror Basada en una novela de Neil Gaiman, narra la historia de una niña que, al atravesar una pared de su casa, encuentra una versión mejorada de su vida: sus padres son más considerados con ella, pero la las sensaciones maravillosas darán paso al miedo y a la angustia. (FILMAFFINITY)
21 de julio de 2009
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine de animación ha sufrido un salto cualitativo asombroso en la última década. Antes, había poco o nada que reseñar al margen del monopolio Disney, ahora la competencia parece haber obligado a buscar la idea más original, la técnica más brillante o el guión más dinánmico. Y en una época en la que el diseño de las imágenes por ordenador impera, Henry Selick sale de su retiro para regalarnos otra pieza de artesanía a la altura de su ya mítica Pesadilla Antes de Navidad (sí, fue suya y no de Tim Burton, que se llevó la mayoría de elogios).

Coraline es una película oscura, densa, asfixiante y aterradora por momentos, es, en definitiva, una película que todos los niños odiarán o que sólo los más valientes soportarán. Porque la imaginería de Selick sumerge al espectador en una versión negra de la ya de por sí siniestra historia del viaje a través del espejo que Lewis Carroll mostró en sus Alicias. Ese mundo paralelo que parece más hermoso, más cariñoso y más divertido que la cruda, fría y gris realidad cotidiana. Un mundo que esconde algo más sórdido de lo que parece y que está espectacularmente resumido en el detalle agobiante de los ojos-botón.

La historia, mérito de la novela gráfica de Neil Gaiman, aprovecha al máximo sus recursos y sus pocos personajes. Los principales tienen una personalidad arrolladora, empezando por esa Coraline aislada del mundo y ansiosa de una vía de escape, la que le ofrece la pequeña puerta de esa antigua casa; pasando por los dos padres alienados por su trabajo y sin tiempo para su hija, su vecino "acosador", el gato, las dos actrices retiradas y semi-brujas y el ruso loco. Además, Selick gestiona el tempo narrativo a la perfección, dándole un halo de misterio lento y pausado al inicio de la historia y mostrando leves detalles siniestros que luego se irán amplificando. El climax final llega a resultar incluso demasiado angustioso para una película que se suponía orientada al público más joven.

Ésta es una obra grande en la animación de los últimos años, quizás la primera película que puede medirse cara a cara y sin flaquezas ante las obras maestras de Pixar. Pocas historias brillan tanto en los detalles como ésta "Coraline" de la que se aprovechan hasta los magníficos títulos de crédito iniciales. Un film mágico, diferente y sí, mejor incluso que Pesadilla Antes de Navidad.
Muzzle
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