No sé dónde falla exactamente, pero esta historia de un madurito que se queda en el paro y vuelve a estudiar no cuaja del todo. Tom Hanks estando muy bien, como casi siempre, y Julia Roberts haciendo un papel bastante antipático, son la única razón por la que esta película salva los muebles. Sí, es amable, sencilla, y te incita a sonreir en no pocos momentos, pero también hay ratillos de vacío que no encajan del todo. Algunos personajes son verdaderamente absurdos y desagradables, como el marido de ella, y tampoco se crea una verdadera magia en cuanto al romance de los protagonistas. En fin, creo que es mejor no tomársela en serio y pasar el rato sin demasiadas pretensiones.