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Voto de Francie:
7
6.8
63,750
Romance. Comedia. Drama
Tom aún sigue creyendo, incluso en este cínico mundo moderno, en la noción de un amor transformador, predestinado por el cosmos y que golpea como un rayo sólo una vez. Summer no cree lo mismo, para nada. La mecha se enciende desde el primer día, cuando Tom, un arquitecto en ciernes convertido en un sensiblero escritor de tarjetas de felicitación, se encuentra con Summer, la bella y fresca nueva secretaria de su jefe. Aunque ... [+]
26 de octubre de 2009
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nunca una supuesta comedia romántica había llegado a ser tan pareja a la vida real.
Y es que el personaje de Summer es dolorosamente conocido para muchos espectadores, que seguro se identifican con el protagonista. Y aunque hay también Summers masculinos, aquí se nos plantea su versión femenina, gracias a una actriz de gran magnetismo en pantalla, que sabe dar el punto exacto de misterio que el personaje requiere.
Summer no miente nunca de palabra, pero sus gestos no dicen lo mismo. Desconcierta y atrae al mismo tiempo. Es un “no” pero “sí” del cual el chico no sabe, o peor, no quiere desembarazarse. Él comprende desde el principio que algo no va bien, pero prefiere pensar lo contrario.
Todos estos avatares están contados de un modo muy ágil y entretenido, sucediéndose dinámicamente las escenas simpáticas con las de duda o resquemor. Un toque tragicómico muy sencillo y que da grandes resultados.
La gran moraleja avala la frase: “no hay más amor que el que se produce de repente”. Y si no se inspira ese amor al principio, después no habrá esfuerzos que valgan.
Y es que el personaje de Summer es dolorosamente conocido para muchos espectadores, que seguro se identifican con el protagonista. Y aunque hay también Summers masculinos, aquí se nos plantea su versión femenina, gracias a una actriz de gran magnetismo en pantalla, que sabe dar el punto exacto de misterio que el personaje requiere.
Summer no miente nunca de palabra, pero sus gestos no dicen lo mismo. Desconcierta y atrae al mismo tiempo. Es un “no” pero “sí” del cual el chico no sabe, o peor, no quiere desembarazarse. Él comprende desde el principio que algo no va bien, pero prefiere pensar lo contrario.
Todos estos avatares están contados de un modo muy ágil y entretenido, sucediéndose dinámicamente las escenas simpáticas con las de duda o resquemor. Un toque tragicómico muy sencillo y que da grandes resultados.
La gran moraleja avala la frase: “no hay más amor que el que se produce de repente”. Y si no se inspira ese amor al principio, después no habrá esfuerzos que valgan.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Gran retrato del vencido y la vencedora en el desenlace. Cambio de papeles.
Él, fatalista desde la infancia, que en un momento se enamora perdidamente, queda hecho trizas y piensa que ya el destino no existe. Que era una excusa, una quimera. Ya no hará nunca nada por nadie... (¿seguro?)
Ella, una indolente del amor, que huye del compromiso, prueba en sus propias carnes enamorarse en un instante y caer rendida ante un desconocido. Sus certezas con éste, tan ingratas con nuestro protagonista, no deben ser sino ese abrir de ojos para que quienes estén en trances semejantes dejen de perder el tiempo con quien no lo merece.
Él, fatalista desde la infancia, que en un momento se enamora perdidamente, queda hecho trizas y piensa que ya el destino no existe. Que era una excusa, una quimera. Ya no hará nunca nada por nadie... (¿seguro?)
Ella, una indolente del amor, que huye del compromiso, prueba en sus propias carnes enamorarse en un instante y caer rendida ante un desconocido. Sus certezas con éste, tan ingratas con nuestro protagonista, no deben ser sino ese abrir de ojos para que quienes estén en trances semejantes dejen de perder el tiempo con quien no lo merece.