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Argentina Argentina · capital federal
Voto de gonzafer85:
7
Drama La película se inspira en la obra "Cristo cargando la cruz" del pintor flamenco Pieter Brueghel "el Viejo". Se eligieron doce personajes del cuadro y sus historias se combinaron con los avatares de la creación de la tela. Majewski pintó los decorados y se utilizó lo último en técnicas digitales para incorporar a los actores al mundo de Brueghel. La película se exhibió en Sundance. (FILMAFFINITY)
15 de agosto de 2012
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
“El molino y la cruz” es un film complejo y enroscado, como la telaraña que el propio Brueghel (Rutger Hauer) usa como analogía para empezar a explicar su obra “El camino del calvario”. Se trata de una película que ofrece un despliegue visual alucinante y varias capas de lectura, a la vez que exige un espectador concentrado, paciente y dispuesto a la contemplación estética y a la reflexión metafísica, antropológica y filosófica. Parece exigir demasiado, pero esto le asegura cero imparcialidad: habrá quienes la abandonen a los pocos minutos y habrá otros para quienes la recompensa resulte sumamente gratificante.

Por supuesto, también estamos los que intentamos ofrecer una opinión algo más “objetiva”. En este sentido, puedo asegurar que esta cinta polaca no es apta para todo público y que no la recomendaría a mis amigos, no porque sea mala (todo lo contrario), sino porque no tengo amigos que encajen dentro de un público particular al que pueda interesarle este tipo de cine. Cine de autor, que me trae a la mente “El árbol de la vida” de Terrence Malick o “Melancolía” de Lars vonTrier, no porque haya similitudes estéticas o de contenido entre las tres, sino porque el “destinatario” de su enunciación me resulta parecido. El disfrute y la contemplación estética junto con las reflexiones metafísicas, antropológicas y filosóficas diferencian absolutamente a estas tres películas del resto de las producidas (y promocionadas) en estos últimos dos años.

Volviendo a “El molino y la cruz” se puede decir que, si bien no está construida a partir de un relato convencional, las pocas secuencias “narrativas” (para diferenciarlas de otro tipo de secuencias más “descriptivas”) son impactantes y crudas, lo cual es casi obvio teniendo en cuenta que se trata de una especie de revival bíblico del viacrucis, la crucifixión y la resurrección de Jesús. Lo interesante es que, detrás de las secuencias explícitas (que en sí mismas se encuentran en clave), hay una sinnúmero de símbolos, figuras, asociaciones y remisiones que llevan connotaciones de las más variadas. El juego metatextual entre lo que se narra, lo que se pinta y lo que se filma es de un nivel difícil de alcanzar fuera de la mente de su director. El pintor explica su obra y el director interpreta esa explicación, ambientándola en la ocupación española de Flanders a mediados del siglo XVI.

Prácticamente no hay diálogos, “sólo” citas bíblicas, interpretaciones y analogías entre la ocupación española y el viacrucis de Jesús. Visualmente, Majewski explota descomunalmente la profundidad de campo, con una particularidad: el fondo utilizado es un lienzo (increíble). El juego constante con las aberturas de las casas parece ser una remisión al mundo de la pintura de caballete, a la “ventana al mudo”. Los encuadres, las angulaciones y las inclinaciones parecen (y seguramente lo fueron) pensadas a un detalle minucioso difícil de imaginar. Algunas asociaciones de imágenes y secuencias parecen del tipo montaje rey de aquella escuela de cine soviético encabezada por Eisenstein. La ambientación y el vestuario también se llevan su gloria.

www.quecinemirar.blogspot.com
gonzafer85
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