Esa fue mi sensación al ver este valiente filme de la directora australiana Jennifer Kent, que con dos películas ya es una directora para tener en cuenta.

Como cinéfilo debo admitir que he visto de todo y de todo he sacado cosas buenas, pero en está película no está de más decir que hay escenas muy difíciles de digerir, para que yo lo diga es porque es cosa seria. Película adaptada en el siglo XIX en Tanzania, época donde reinaba las conquistas y tiranías de todo tipo, la historia gira en torno a Clare una ex convicta, que al sufrir la peor de las tragedias de mano de un oficial de alto rango, ella se adentrara en el bosque con la ayuda de un nativo en busca de venganza, todo esto de la mano de una magistral actuación de Aisling Franciosi con escenas que creo que muy pocas actrices hubieran aceptado, además que también saca a relucir un gran talento en canto ojo.

La directora yo pienso que al ser mujer puso demasiado énfasis en el tema de la venganza, enfocada en una mujer violentada en todo sentido no solamente sexual, y lo hace muy explicito, ver violaciones y asesinatos a niños es algo que en el cine es muy difícil de digerir para cualquiera, así que fuera de que la película tenga un buen guión y dirección, trasladándonos a esa época sobre todo, hay que decir que se debe tener un buen criterio formado para verla.