De entre los tres primeros episodios de la saga, me quedo con esta parte como la más apasionante, sin que los dos anteriores episodios desmerezcan en nada al episodio III. Es una película maravillosa, visualmente hablando, que te mantiene pegado a la pantalla sin pestañear. Aunque su duración sea de dos horas y pico, parece que sólo han pasado 5 minutos cuando termina. Tampoco hay que dejarse engañar por las votaciones, pues aunque los episodios IV, V y VI estén mejor valorados o considerados, no son mejores que los tres primeros episodios, y si reciben mejores críticas, quizá sea por el componente nostálgico que poseen. En definitiva, se trata de una gran película, como los restantes cinco episodios de la saga.